El domingo temprano pasé por el cine a ver ¿Quién manda? Protagonizada por Frank Perozo y Nashla Bogaert, lo primero que quiero dejar claro es que al terminar de ver el film la gente queda a gusto con lo puesto en escena.
La película producida por Larimar Films bajo la dirección del joven director Ronni Castillo muestra una comedia romántica atípica a lo presentado anteriormente en el cine dominicano, la combinación de jóvenes y aventajados dio como resultado un trabajo que servirá como punto de referencia o patrón de cómo hacer una buena labor con el talento que tenemos en la República Dominicana.
Las actuaciones en su mayoría fueron buenas destacándose en los protagónicos Nashla Bogaert como Natalie y Frank Perozo como Alex, ambos lograron hacer buena química, producto de su amistad pudieron trabajar más relajados, con menos tensión y más libertad.
El guión elaborado por Daniel Aurelio y Frank Perozo hace que la película en ningún momento se torna aburrida, para nada, las situaciones y la trama envuelven hasta el desenlace, el lenguaje usado aunque no es apto para menores de 14 años nunca cae en lo chabacano ni lo vulgar, también se presenta una ciudad de Santo Domingo atractiva y bonita gracias a su buena dirección fotográfica de Peyi Guzmán.
Los actores Cuquín Victoria, Manuel Chapuseaux, Micky Montilla, Akari Endo, Laura Díaz y Amaury Pérez realizaron un trabajo respetable. La joven Akari Endo tuvo buen dominio escénico, buena proyección y logró impacto con el personaje de Melissa.
Los presentadores de televisión, Sergio Carlo, Milagros Germán y Michael Miguel tienen breves pero efectivas participaciones dentro de ¿Quién manda?, todos fueron utilizados para cosas puntuales, pero bien desarrolladas.
Sinopsis:
¿Quién Manda? Es Una historia que involucra a dos personajes: Alex y Natalie, dos individuos que ven la vida desde el lado más conveniente para sus aspiraciones. Alex no encuentra valor en una relación sentimental más allá de los tres meses, lo cual es aplicable para cada conquista. Mientras que Natalie, con igual filosofía, ve a Alex como una relación más. Pero lo que ambos no saben es que cada uno se enfrentará a las trampas que, por alguna razón, le tiene reservado el amor.
Alex es un joven que trabaja en una agencia publicitaria. Él ha balanceado muy bien su vida entre la oficina y la diversión. Así como es de aplicado en su labor, también lo es en su vida social. Eduardo y Manuel son sus compañeros de trabajo quienes se convierten en cómplices de Alex de todas sus conquistas. Por educación paterna define su vida de una forma muy varonil, y por ausencia materna desarrolla un enorme interés por la conducta femenina.
Por experiencias ajenas y personales ha decidido explorar el compromiso emocional en pequeños lapsos de tres meses, donde entiende es el tiempo necesario para tener balance y disfrutar del amor.
Por su parte, Natalie, diseñadora de interiores, vive en un mundo urbano donde tiene que defenderse de los hombres que solamente desean pasar un momento y nada más.
Sus prácticas anteriores la han convertido en una mujer que no cree mucho en el amor. Su filosofía también es mantener el control de una relación sentimental hasta que se decida abandonarla.
Sin mucho afán ella resuelve pasarla bien junto a su prima Ana y su mejor amiga Melissa, yendo a discotecas y restaurantes y sorteando los peligros dentro de esta selva urbana llena de conquistadores fugaces.
Pero como toda historia tiene su conflicto, el de Alex y Natalie es ser muy parecidos. Cada uno, con métodos similares de conquista, se enfrenta a una verdadera guerra de sexos donde ellos tendrán que hacer pulso para que ninguno no pueda doblegarse ante el otro.
Pero, ¿quién ganará esta batalla de fuerzas contrarias, pero a la vez atrayentes?, ¿qué retos tendrán que enfrentar ante una cosa tan simple llamada amor?