Berlín. Un equipo internacional de astrónomos liderado por un profesor puertorriqueño ha obtenido unas de las mejores y más completas imágenes logradas hasta la fecha del violento nacimiento de una estrella.
Las imágenes reflejan con gran nitidez las emanaciones de material procedentes de la estrella Harbig-Haro 46/47 en los instantes de su nacimiento y captan un nuevo chorro de materia que hasta entonces había pasado desapercibido, informó hoy en un comunicado el Observatorio Europeo Meridional (ESO).
Esta nueva emanación -oculta en luz visible, por el gas y el polvo- podría provenir de una estrella hermana y de menor tamaño que Harbig-Haro 46/47, según los astrónomos.
Los investigadores constataron, asimismo, que los niveles de energía de los chorros de materia emitidos eran mayores de lo que se pensaba, gracias a la tecnología del instrumento de observación empleado, el mayor radiotelescopio del mundo, el ALMA, situado en el desierto de Atacama (Chile).
El principal autor del estudio, el profesor puertorriqueño de la Universidad de Yale Héctor Arce, aseguró que «la gran sensibilidad de ALMA permite detectar características nunca antes vistas en este objeto».
El nivel de detalle es lo más relevante del estudio, ya que el nacimiento en sí fue «muy similar» al de la mayoría de estrellas remotas de baja masa, explicó por su parte Diego Mardones, de la Universidad de Chile.
Las imágenes fueron captadas en tan sólo cinco horas dentro del tiempo de observación de ALMA, algo que habría precisado diez veces más tiempo con otros telescopios.
«El detalle logrado en las imágenes de Harbig-Haro 46/47 es impresionante», agregó Stuartt Corder, coautor del estudio, que se publicará próximamente en la revista científica especializada «Astrophysical Journal».
Arce pronosticó «muchas sorpresas y fascinantes descubrimientos» en el campo de la investigación estelar en el futuro gracias a ALMA.
Además de Arce, Corder y Mardones, pertenecen a este equipo de investigadores Guido Garay (Universidad de Chile), Alberto Noriega-Crespo (Centro de Análisis y Procesamiento Infrarrojo, Instituto de Tecnología de California, Pasadena, EEUU) y Alejandro C. Raga (Instituto de Ciencias Nucleares, México). EFE