Benedict Le Gauche

 

Muchos nos esforzamos por presentar la mejor imagen posible a la hora de buscar un trabajo, sin embargo, la hoja de vida de este curioso inglés dejó en claro que pueden existir cosas que se salen de todo contexto.



La historia que les contaremos es la de Benedict Le Gauche, un joven de 28 años que piensa que relatar cada uno de los hechos y experiencias que ha tenido a lo largo de su vida y en sus trabajos le darán la oportunidad de conseguir un empleo de manera fácil; por eso, los invitamos a leer algunos de los apartes que este hombre pone en su hoja de vida:

Este señor se presenta como alguien desinhibido y tranquilo, sin embargo aclara que sus antiguos empleos han sido dañinos, desalentadores y aburridos porque, al final de cuentas, nunca terminó por acomodarse en ellos.



Estas son algunas de las características personales que Le Gauche le da a su entrevistador:

• “Tengo experiencia en una compañía de call center que, en mi opinión, es la mier%$#a más desastrosa que he tenido que hacer en la vida”.
• “Puedo trabajar con cualquiera que me caiga mal, así lo deteste, puedo ser tolerante”.
• “Tengo el pelo como un jengibre”.
• “A veces siento que no tengo el control de mí mismo y tengo que pellizcarme muy duro”.
• “Desde el 11 de enero del 2011 estoy libre de toda enfermedad venérea”.

Si esto no es suficiente este hombre le describirá al ya sorprendido entrevistador o lector la experiencia que logró recoger en cada uno de sus trabajos:

• Limpiador / Conserje, Organización de Mujeres, Manchester:

Este curioso personaje resalta que en su labor de limpieza podía llegar a dejar el edificio tan sucio como nadie lo haría y demuestra una alta capacidad en escribir correo groseros y lujuriosos a una señora llamada Alison.

• Anfitrión: Zion Arts Centre, Manchester:

La tarea que más llenó de orgullo a este hombre en este sitio es que era capaz de robarse el café sin que nadie se diera cuenta.

• Copywriter; Tailormydesign.co.uk, Internet:

Benedict aclara que en este trabajo escribía sobre telas y confecciones y que no le cabía en la cabeza como no podían notar la diferencia entre “7 malditos colores” que al final de cuenta resultaban siendo el mismo. Además se plantea la hipótesis de que ese trabajo lo iba a llevar a practicar la prostitución mental o corporal.

Comisión cocinero, Stock Restaurant, Manchester:

Acá tuvo que tener alto conocimiento en pánico por el estrés que manejaba la gente, siempre le daba muchos abrazos a Julie, porque al parecer era la más linda de la cocina y luego de renunciar intempestivamente volvió para disculparse, sin embargo aclara que no fue por eso, sino porque había olvidado en la cocina su iPod y su gran cuchillo.

• Hombre del teléfono; GOVNET, Manchester:

Sus deberes incluían: Fingir que vendía o hablaba por teléfono para que su jefe no lo molestara y cantar por las mañanas una canción que decía “vender, vender, vender”.

Librería, Blackwell Bookshop Universidad de Manchester:

Aquí decían que tenía un problema de actitud: al carajo todos ellos, que se jodan”.

Vendedor, NEXT, Market Street Lancaster:

“Aprendí a resistir el deseo de cruzar mis brazos, resistir las ganas de bostezar, resistir el deseo de poner mis manos en los bolsillos y resistir las ganas de gritar en voz alta. Además aprendí lo que significa ser un hombre ¡Gracias Wendy!”.

Grado de Filosofía, Manchester Metropolitan University:

“No tiene sentido”

Para cerrar su currículo este hombre le cuenta (a quien interese), un poco de las actividades extracurriculares que realiza en las que destacamos dos, que a nuestro parecer, son las más importantes y que, sin lugar a duda, le darán un trabajo fijo en cualquier empresa:

• Me gusta cerrar los ojos y fingir que soy Darth Vader.
• Doy cigarrillos a vagabundos.

¿Serían capaces de darle trabajo a este hombre sincero? Solo el tiempo dirá si Benedict La Gauche es capaz de encontrar un puesto fijo en una oficina.

Fuente: Blog.com.do