La salud mental en la República Dominicana, al igual que otras aéreas sanitarias, no reciben los fondos necesarios del Estado para atender los cientos de casos en ese ámbito, lo que preocupa grandemente a los expertos y la ciudadanía, por la gran cantidad de jóvenes que deambulan por las calles de las diferentes provincias.

El secretario Regional de México, Centro América, el Caribe y de la Asociación Latinoamericana de Psiquiatría, José Miguel Gómez, ha advertido sobre el aumento de los trastornos mentales en la juventud. En el caso de República Dominicana es común observar a individuos con tales características abandonados a su suerte, tanto por familiares, como por organismos correspondientes.



Según José Miguel Gómez, ese reglón sanitario apenas recibe menos 1.8% del presupuesto nacional.

Casos



En lo que va de año,  DominicanosHoy ha sido canal informativo de los traumáticos hechos de personas con problemas psicológicos, los cuales han atentado contra su vida y otros que han provocado la muerte a otra persona.

Uno de esos acontecimientos más recientes, fue el caso de la señora María Isabel Agustina Espinal, de 65 años, quien falleció al ser impactada por una pedrada que le propinó Amaury Antonio Rodríguez Puello, un enajenado mental, cuando se trasladaba en un carro de concho en la avenida Sabana Larga del Ensanche Ozama, provincia Santo Domingo Este.

Otra imagen dantesca fue la de Carlos Fernández, de 25 años, cuando absolutamente desnudo se subió a una torre de alta tensión en el sector Buena Vista II en Villa Mella, e intentó lanzarse al vacío porque su esposa, con la que procreó dos niñas, lo había abandonado.

Igualmente, una adolecente de 14 años se ahorcó en su habitación, en un hecho ocurrido en la comunidad de Las Lagunas de Moca, provincia Espaillat. Trascendió que se quitó la vida porque sus padres rechazaban a su pareja. Según consta en las informaciones, la muchacha dejó una carta explicando los motivos que la llevaron a quitarse la vida.

En ese sentido, la presidenta de la Asociación Dominicana de Psicólogos (Codopsi), Martha Pérez Mencía, coincidió con la advertencia de José Miguel Gómez y avaló que el problema se suscita desde los 12 años:”Como psicóloga clínica considero que en el país, la adolescencia se inicia de manera prematura. Aquí los niños pasan la pubertad de manera violenta, expuestos a salir a trabajar para ayudar en el hogar y eso no le impide vivir las etapas de acuerdo a sus edades, asumiendo roles de adultos. Esa problemática conlleva a una consecuencia”.

La psicóloga clínica lamentó que no existan estadísticas; pero admite que el contexto se extiende hasta la juventud emergente, es decir, de 18 años a menos de 25 años. Codopsi posee algunos arqueos anecdóticos, recopilaciones clínicas y personas que están realizando asistencias. No obstante, afirmó que existe una alta demanda de padres buscando ayuda por esta complicación.

Sin sensacionalismo

Martha Pérez Mencía llamó a los padres y a la sociedad a escuchar las amenazas de suicidios: “He escuchado frases como son: ¨eso es un chantaje y es para llamar la atención¨.

“Cuando un hijo habla de matarse hay que atenderlo y creerle, porque son drásticos. Como especialista prefiero atender 10 chantajes y no un trauma tras la pérdida”, señaló.

La psicóloga recuerda con mucha pena el caso de la joven que transmitió mediante su cuenta de Facebook que se iba a quitar la vida, y nadie la atendió.

En ese aspecto, el psiquiatra César Mella pidió a los medios de comunicación no tratar con sensacionalismo el tema, para evitar que se sigan fomentando en las poblaciones vulnerables.

Según datos revelados por la Oficina Nacional de Estadísticas, desde el año 2003 los suicidios han aumentado en un 57%, por lo que el psiquiatra precisó que esta es una de las 10 principales causas de muerte en el mundo.

“Llamamos la atención a los medios para que sean cautos y prudentes cuando informan acerca de estas muertes”, puntualizó Mella, y aconsejó a la juventud que entienda que ésta no es una solución y mucho menos una salida.

Consultado al respecto, el neurólogo Héctor Guerrero Heredia aseguró que gran parte de los orígenes de esta manera de morir, se debe al estado depresivo en que viven quienes cometen la acción y estimó que en el país se producen cada mes alrededor de 30 a 40 pérdidas de vida en esta forma.

Guerrero Heredia enfatizó que el 99 % se ocasionan por una enfermedad como la depresión, agudizada en personas que no reciben ningún tipo de atención: “En un país con diez millones de habitantes y 130 psiquiatras, no hay suficientes especialistas para tratar los problemas mentales en una parte de la sociedad”, precisó.

¿Qué hacer?

Los expertos en la materia Martha Pérez Mencía y José Miguel Gómez coinciden en que debe darse cumplimiento a la Ley 1206, sobre Salud Mental y resaltaron que en el código están detallados los procedimientos para tratar la problemática; pero, la principal dificultad es la falta de su funcionamiento y bajo presupuesto.

Gómez lamentó que desde el Gobierno no se invierta lo suficiente en prevenir y curar, y exhortó a las aseguradoras de riesgos de salud a dar mayor cobertura, tanto en consultas como en medicamentos: “No existen internamientos para niños y adolescentes y solo se tratan a nivel de consultas a los que ameritan aislamiento por trastornos sicóticos, abuso y dependencia de drogas, intento de suicidio, así como trastornos de conducta graves”.

De su lado, Martha Pérez destacó que la salud mental es un derecho que se debe exigir al Estado para que ese instrumento esté al alcance de la población en todas las provincias: “Codopsi junto a la Sociedad Dominicana de Psiquiatría (SDP), la Sociedad de Psiquiatría Clínica Dominicana, y personas afectadas, entre otros organismos, conformó el Colectivo de Salud Mental, para darle respuestas a esta problemática nacional”.

Ante las denuncias de los gremios se hace necesario que el Estado dominicano, mediante el Ministerio de Salud Pública, implemente de manera urgente políticas eficientes y eficaces de prevención de trastornos psicoconductuales en niños, niñas, adolescentes y jóvenes, para evitar que en la sociedad dominicana este mal siga proliferando.

Reportaje de Amaurys Florenzán publicado en el periódico Dominicanoshoy.com