El presidente estadounidense, Barack Obama, se apuntó este miércoles un tanto tras obtener el apoyo de una comisión del Senado para atacar a Siria, en tanto Damasco indicó que no se rendirá «ni aunque haya una tercera guerra mundial».
La comisión de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense aprobó este miércoles un proyecto del presidente Barack Obama para lanzar una operación militar contra el régimen sirio, lo que abre la puerta a que la Cámara Alta debata la medida el próximo lunes.
Los senadores de la comisión apoyaron con 10 votos a favor y siete en contra el proyecto de intervención «limitada» en Siria, la cual tendría una duración máxima de 60 días con la posibilidad de ampliarla otros 90 días, sin el despliegue de tropas en el terreno.
Un grupo de demócratas y de republicanos se opuso.
Construyendo una coalición
En tanto, el secretario de Estado John Kerry aseguraba a la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes que Washington estaba construyendo una coalición internacional para una intervención militar.
«Construimos (una coalición) con otros países, entre ellos la Liga Arabe», declaró. Algunos países «expresaron su voluntad de actuar», detalló el jefe de la diplomacia estadounidense, y citó a «Arabia Saudita, Emiratos (Árabes Unidos), los cataríes, los turcos y los franceses», agregó.
Kerry dijo que países árabes ofrecieron ayudar a sufragar los costos de una intervención estadounidense. «Con respecto a si los países árabes ofrecieron cargar con el costo y ayudar» en una intervención, «la respuesta categórica es sí, la han planteado. Esa oferta está sobre la mesa».
Siria responderá
En la capital siria, el viceministro de Relaciones Exteriores, Faisal Moqdad, aseguró que «el gobierno sirio no cambiará de posición ni aunque haya una tercera guerra mundial».
Moqdad aseguró que «Siria tomó todas las medidas para responder a una agresión» y había «movilizado a sus aliados» como Rusia e Irán.
«Si Francia quiere apoyar a Al Qaida y a los Hermanos Musulmanes como los apoyó en Egipto y otras regiones del mundo se dirige hacia un fracaso en Siria», añadió.
Obama insta a no callar ante la «barbarie»
Obama, de visita en Estocolmo, que volvió a expresar que cofía en que obtendrá apoyo del Congreso, se entrevistará el jueves y el viernes en San Petersburgo, donde asistirá a la cumbre del G20, con sus homólogos de Francia y China así como con el primer ministro japonés.
«La comunidad internacional no puede quedarse callada» frente a la «barbarie» de Siria, afirmó Obama.
Asimismo, destacó que en Siria no se repetirán los errores cometidos en Irak. «Soy alguien que se opuso a la guerra en Irak. Y no estoy interesado en repetir el error de basar las decisiones en informes de inteligencia erróneos».
«Por supuesto discutimos sobre la violencia horrible que le inflige a los sirios el régimen» de Bashar al Asad «en la que figura el ataque espantoso con armas químicas hace dos semanas», declaró Obama durante una conferencia de prensa con el jefe del gobierno sueco, Fredrik Rainfeldt.
Al ser interrogado sobre la «línea roja» que había establecido en agosto de 2012 al referirse a los ataques químicos, Obama dijo que era «todo el mundo» el que había fijado esos límites.
«No es mi credibilidad la que está en cuestión. Está en cuestión la credibilidad de la comunidad internacional y la credibilidad de Estados Unidos y el Congreso», agregó el presidente.
Putin: no actuar fuera del Consejo de Seguridad
Aliado del presidente Asad, Putin estimó que si el Congreso estadounidense aprobaba el ataque, Estados Unidos «autorizaría una agresión, dado que todo lo que se hace fuera del Consejo de Seguridad de la ONU es una agresión, salvo la defensa propia».
Anteriormente había exigido «pruebas convincentes» de que el régimen sirio usó armas químicas y adoptado un tono más conciliador con Occidente, en vísperas del G20 en Rusia.
Putin confirmó también que Rusia había suministrado algunos elementos del sistema de misiles S300 a Siria, pero aclaró que de momento las entregas están suspendidas.
Rusia, incluso, anunció el lunes pasado que enviaría una delegación parlamentaria a Washington para dialogar con los legisladores estadounidenses sobre la situación en Siria.
Pero este miércoles, el presidente republicano de la Cámara de Representantes, John Boehner, rehusó recibir a esa delegación, según dijo a la AFP su portavoz Michael Steel.
La pertinencia de una intervención, defendida también por el presidente francés, François Hollande, era debatida este miércoles por el Parlamento francés, pero sin votar.
«No reaccionar» militarmente en Siria, equivaldría a «cerrar la puerta a una solución política al conflicto», declaró el primer ministro francés Jean-Marc Ayrault, en la apertura de los debates.
El conflicto no da tregua
Mientras, en el terreno, el conflicto no da tregua. El miércoles, rebeldes islamistas se apoderaron de un puesto militar a la entrada de la ciudad cristiana de Malula (norte), según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), y la casi totalidad del país se encontraba sin electricidad.
La Coalición contra las Bombas de Racimo, que reúne a 350 organizaciones de la sociedad civil de 90 países, denunció este miércoles en un informe el uso «masivo» de armas de ese tipo por parte del régimen de Asad.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) calcula que los refugiados sirios ya superan los dos millones de personas, dos veces más que hace un año. Si se incluyen a los desplazados internos se alcanza un total de seis millones de personas.
afp