El papa Francisco hizo un llamado el sábado a «trabajar por la paz y la reconciliación» y a poner fin a la guerra que constituye «siempre una derrota de la humanidad», durante la jornada de oración y ayuno por Siria celebrada en la plaza San Pedro.
«La guerra es siempre un fracaso de la humanidad», dijo el papa ante cerca de 100.000 personas, provenientes de todo el mundo, y exhortó a «seguir otra vía».
«En la querida nación Siria, en Oriente Medio, en todo el mundo, recemos por la reconciliación y la paz, trabajemos por la reconciliación y la paz», dijo el papa Francisco, calurosamente aplaudido por los fieles.
«Cuando el hombre piensa sólo en sí mismo, en sus propios intereses y se coloca al centro, cuando se deja fascinar por los ídolos del dominio y del poder, cuando se pone en el lugar de Dios, arruina todo, abre la puerta a la indiferencia, a la violencia y al conflicto», agregó el pontífice.
En una larga meditación sobre las bondades de la Creación y el caos que provoca la violencia entre hermanos, Francisco destacó que los «ídolos» de los propios intereses y del egoísmo han llevado al mundo a «perfeccionar las armas». Pero la «consciencia se ha dormido», subrayó.
«Continuamos sembrando destrucción, dolor y muerte. La violencia, la guerra llevan sólo a la muerte», añadió el pontífice que había invitado a esta jornada de ayuno y plegaria por la paz en Siria a hombres y mujeres de todas las religiones y también a los no creyentes y recibió numerosas adhesiones de científicos, profesores, investigadores e incluso de varios ministros del gobierno italiano .
Y refiriéndose a la paz añadió: «Esta tarde yo quisiera que de todas las partes de la Tierra gritáramos: ¡Sí, es posible! Y mejor aún, quisiera que cada uno de ustedes, desde el más pequeño al más grande, hasta aquellos que son llamados a gobernar las naciones, respondieran: ¡Sí, nosotros la queremos!».
Esta frase fue interpretada como un nuevo llamado a los jefes de Estado que están tentados por elegir una vía militar para resolver el conflicto sirio, en tácita alusión a Estados Unidos y Francia.
Desde hace días el papa Francisco viene hablando sobre el tema de la paz, incluso a través de Twitter.
Pero en ocasión del G20, que se reunió en San Petersburgo esta semana, decidió elevar la mira virtual y dirigió una carta al presidente ruso Vladimir Putin y, a través de él, a todos los mandatarios allí reunidos, para que llegaran a un acuerdo pacífico sobre Siria.
A lo largo de la ceremonia de cuatro horas en la plaza de San Pedro, se alternaron plegarias con lecturas y canciones.
La gente fue llegando a la plaza desde temprano, pese al agobiante calor. Pudieron verse algunas banderas argentinas y brasileñas entre la multitud pero también estandartes y emblemas ortodoxos y de otras religiones.
«He venido a manifestar mi apoyo porque queremos la paz en todo el mundo. Mucha gente está muriendo y un conflicto como el de Siria puede arrastrar a otros países», dijo a AFP Raúl Camacho García, de la Ciudad de México.
«Soy creyente con toda el alma. Por eso quise venir a rezar a la plaza. Lo que el papa diga y haga, lo que nosotros hagamos, puede influir y ayudar a cambiar las cosas. Pero tiene que ser una plegaria honesta, no ambigua, no de esas que dicen una cosa pero hacen otra», declaró por su parte Susana Chescati, una argentina que enarbolaba una enorme bandera de su país.
«Creo que hay que hablar, hay que hacer una reflexión sobre lo que está sucediendo no sólo en Siria, y preguntarse quién se beneficia de todas estas guerras, quién vende las armas, quién vende los materiales para construir las armas químicas. Y ésta es una oportunidad para hacerse estas reflexiones», comentó por su parte Carlos Rodríguez Linera, fraile dominico español que trabaja en la comisión Justicia y Paz del Vaticano.
De Bagdad a Jerusalén, de Bombay a Buenos Aires, de Washington a París, todos los sectores responsables de la Iglesia se han hecho eco del enérgico mensaje de Francisco.
En Francia, el único país de Europa que apoya a Estados Unidos en su proyecto contra Siria, plegarias solemnes se hicieron en Lourdes y en la basílica del Sagrado Corazón de Montmartre en París.
La iniciativa del papa ha recibido incluso el apoyo de numerosos patriarcas de Medio Oriente, unidos por el temor de que una guerra en Siria pueda extenderse a otros países.
Celebraciones se han llevado a cabo en Jordania y en el Líbano. En Siria, el jefe sunita, el Gran Mufti Ahmad Badredin Hasun pidió a los fieles que se asociaran a la plegaria del papa.
Esta jornada se agrega a otras movilizaciones similares realizadas por Juan Pablo II durante la guerra de los Balcanes y en ocasión de la intervención estadounidense en Irak. AFP