El gobierno estadounidense prometió el martes que perseguirá a los traficantes de marihuana y a quienes vendan la sustancia a menores, incluso en los dos estados donde su consumo está ahora permitido con fines recrativos.
«Seguiremos aplicando nuestras prioridades, aunque el Estado haya o no legalizado el cannabis», para impedir así su distribución entre menores de edad, prohibir su cultivo y su venta a través de organizaciones criminales o su exportación hacia donde está vetado, aseguró ante la comisión judicial del Senado James Coles, secretario adjunto de Justicia.
En el transcurso de su audición, Cole justificó la decisión del gobierno federal de no oponerse a las nuevas leyes votadas en noviembre de 2012 en los estados de Colorado (oeste) y Washington (noroeste).
«No concederemos impunidad» a los traficantes de droga, aclaró Cole.
«Entiendo el escepticismo» que surge a raíz de la decisión de las autoridades federales, pero «el Departamento se reserva el derecho de atacar las leyes de los estados más tarde» y los fiscales federales «seguirán «investigando e instruyendo los casos de marihuana» en los 50 estados del país.
En Estados Unidos, 21 estados autorizan el uso de la marihuana con fines medicinales, de los cuales 16 despenalizaron la posesión de pequeñas cantidades. Pero Colorado y el estado de Washington fueron más lejos legalizando su consumo con fines recreativos, y el cultivo propio, aunque limitado, también está permitido en el primero de esos estados. AFP