Probablemente no te des cuenta, pero hay ocasiones donde terminamos haciendo los que ellas quieren, si ella no quiere salir no salimos, si ella te dice que esa camisa se ve mal nunca más te la vuelves a poner; o dime, ¿aún sabes lo que es salir con los amigos de fiesta sin que te digan no vas?
Y es que por amor terminamos cediendo en muchas cosas y a veces simplemente nos dedicamos totalmente a ellas.
Señales para saber si tu mujer te domina
-Ella sabe todas tus contraseñas de correo electrónico, Facebook, Twitter, etc. Ten en cuenta que una cosa es que no haya secretos y otra que revisé todas tus cosas; hay algo que se llama privacidad.
-Tus amigos ya no son tus amigos sino los amigos de ella. ¿En qué momento paso? Pero ahora tus amigos tienen más contacto con tu novia que contigo. O puede pasar lo contrario, que tú hayas dejado a tus amigos por ella y ahora sus amigos sean también tus “mejores amigos”.
-Enrique Iglesias, Alejandro Fernández y Luis Miguel ya no te parecen tan malos. En general, tus gustos han cambiado y ahora escuchas no sólo a estos cantantes sino también a Lady Gaga y Beyoncé feliz de la vida. Adiós Metallica y todo eso que te gustaba.
-Ella decide sobre tu agenda. Ya tenías planes con tus amigos, habías quedado de ira ver el juego, pero mágicamente ella te dice que tiene entradas para el cine, para que vayan a ver esa peli que odias… Tú dices que no, pero al final iras porque ella te convenció.
-Te dice “Cosita” o “Cuchi Cuchi” en público y no protestas. Ya no te llamas Carlos ni Jorge ni Pedro. Ahora tienes sobrenombres horrorosamente cursis, y no solamente para ti sino también para tu cómplice viril. Y si reclamas te ganas una escena de telenovela.
-Tienes que pedirle permiso para tomarte una cerveza. Y si, por casualidad, no pides el permiso el lío que se te forma te quitará las ganas de volver a probar alcohol por un buen rato. Pero aunque hayas pedido permiso, seguro también te armará un “pancho”.
-Tu novia adoptó un perro que, según te dice, es hijo de los dos. Tú no querías perro (ni gato ni perico), pero un día ella se aparece con uno que van a criar juntos como si fuera de ambos. Por supuesto, te toca a ti sacarlo a pasear.
-Tienen una cuenta de e-mail juntos, o de Facebook. El problema ya no es que ella sepa el password de tu correo sino que ya ni siquiera tienes correo para ti solo. Ahora todo es de los dos.
-Ya tus amigos no te llaman. Claro, cansados de que siempre les digas que ya hiciste planes con ella, mejor te apartan. Además, es probable que cuando salgas con ellos digas que vas con tu novia.
-Siempre te hace pagar las cuentas. Eso de que el hombre paga todo ya no funciona así. Lo justo es que a veces pagues tú y a veces ella, y que así la cosa sea tan espontánea como equitativa.