La Iglesia Católica de Costa Rica separó a una monja de sus actividades religiosas por el supuesto abuso de dos niñas de tres y seis años en una casa hogar, caso que es investigado por la fiscalía, informó una fuente eclesiástica.

«Paralelo al proceso judicial, se hará un proceso canónico de investigación. Después se determinará si puede continuar como religiosa o si se le ayuda a regresar a la vida laica», afirmó a la prensa local el encargado de prensa de la diócesis y párroco de San Joaquín de Flores, Sixto Varela.



El sacerdote identificó a la sindicada como sor Adela, de origen nicaragüense, precisó el diario La Nación.

La monja fue denunciada el 30 de agosto por el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) por presunto abuso sexual y violación de dos niñas de tres y seis años, hechos que se habían dado en el albergue privado Casa Maín en la provincia de Heredia, aledaño a la capital costarricense.



El albergue estaba a cargo de la congregación Hijas de María Auxiliadora, pero tras la denuncia las 13 niñas de esa institución fueron trasladadas a otras instituciones.

En tanto, a sor Adela la trasladaron a la casa provincial de las Hijas de María Auxiliadora, en la capital, pero no podrá vestir el hábito ni participar en actos religiosos de la congregación, explicó el sacedote.

Agregó que la madre superiora provincial de la orden, sor Elia Flores, nombrará en los próximos días al tribunal canónico que determinará si sor Adela seguirá perteneciendo o no a esa congregación.

El Ministerio Público (fiscalía) indicó que el proceso está en la etapa preparatoria de la investigación.

«Aún no se han imputado cargos a persona alguna y por lo tanto, no hay solicitud de medidas cautelares. La Fiscalía tiene que hacer su propia investigación», comentó la jefa de prensa del Ministerio Público, Tatiana Vargas.

El albergue privado Casa Maín inició sus operaciones en Costa Rica en 1998 y recibía fondos del Estado, los cuales fueron suspendidos a raíz del escándalo.

AFP