La parálisis del gobierno estadounidense afecta algunas agencias vinculadas a los inmigrantes, entre ellos el sistema de control del estatuto migratorio de los empleados (e-Verify), pero esto no significa que se suspenderán los arrestos ni las deportaciones, señalaron expertos el jueves.
Si bien la comunidad inmigrante no ha sido impactada directamente por el impasse burocrático, que envió el martes de licencia forzada a 800.000 funcionarios públicos, sí sufrirá demoras en la tramitación de números de identificación social y de permisos de trabajo.
«Esto seguramente afecte negativamente a los trabajadores inmigrantes, pero la incidencia de tal impacto crecerá mientras más dure el cierre de servicios», dijo a la AFP Joshua Stehlik, abogado del National Immigration Law Center, una organización de asistencia legal con sede en Los Ángeles.
El paro forzoso de los servicios federales impacta solo a los que se consideran no-esenciales, como por ejemplo los parques nacionales y museos, pero la mayoría de las oficinas vinculadas a temas migratorios escapan a esta categoría.
Tanto la Patrulla Fronteriza (CBP), que vigila la frontera con México, como el Servicio de Migración y Aduanas (ICE), conocido entre los inmigrantes hispanos como «la migra», trabajan normalmente.
Pero sí habrá demoras en la tramitación de visas y documentos de identificación, debido al cierre de algunos programas del Servicio de Ciudadanía y Migración (USCIS).
«El sistema migratorio, como está conectado al Departamento de Seguridad Interior y a muchos programas que se financian a través de tarifas (que cobran al público por sus servicios), seguirá trabajando, aunque más lentamente», informó la asociación de abogados de migración American Immigration Council, con sede en Washington.
También los turistas y futuros inmigrantes podrían verse afectados. El bufete de abogados migratorios Mintz Levin señala, en una alerta en su página web, que si bien las operaciones consulares seguirán operando al 100%, «es de esperar demoras en el procesamiento de visas y, si se prolonga el cierre, suponemos que éstas cesarán de tramitarse del todo».
Según el diario The Washington Post, durante una parálisis similar ocurrida en los años ’90, cada día dejaron de tramitarse entre 20.000 y 30.000 visas, aunque esta vez el gobierno garantizó que no suspenderá este servicio porque estas operaciones se financian con tarifas cobradas a los solicitantes.
Pero, principalmente, ha dejado de funcionar e-Verify, un programa federal que usa bases de datos de varias oficinas de gobierno para determinar si un individuo puede trabajar legalmente en Estados Unidos.
El sistema, diseñado para que nuevos forasteros no puedan hallar empleo sin permiso, es usado de forma voluntaria en unos 20 estados por el 7% de los empleadores del país (unos 411.000), que llenan un formulario por cada nuevo postulante, lo remiten al Departamento de Seguridad Interior (DHS) y esperan el veredicto.
E-Verify tiene una tasa de error de 0,26%, que se traduce en 52.520 personas erróneamente catalogadas como no aptas para trabajar cada año.
Que este programa deje de funcionar significa que, mientras el Congreso no llegue a un acuerdo sobre el presupuesto que ponga fin a la insólita parálisis de servicios, las víctimas de los errores de e-Verify no podrán corregir su información para comenzar a trabajar.
«La preocupación es que los empleadores, violando las recomendaciones de USCIS (Servicio de Ciudadanía y Migración), tomen acciones adversas contra los trabajadores que tienen una discrepancia que no han podido resolver porque el sistema está suspendido», dijo el abogado Stehlik. afp