San Juan. El actor dominicano Frank Perozo dijo hoy a Efe en Puerto Rico estar «contentísimo» de que la película que protagoniza y produjo «¿Quién manda?» esté entre las diez cintas latinoamericanas que podrían ser nominadas como mejor largometraje en lengua extranjera para los próximos Óscar.

Quien Manda



«Estoy contentísimo. Esto me explotó en la cara. ‘¿Quién manda?’ es un sueño que tuve desde que empecé haciendo cine», afirmó Perozo en San Juan, donde hoy se estrena esta cinta, después de haber hecho lo mismo hace siete meses en República Dominicana.

Perozo, no obstante, admitió que «¿Quién manda?» no será escogida para representar a Latinoamérica como mejor película en lengua extranjera.



«De todas las películas extranjeras, quedan diez latinoamericanas y solo escogen una. No creo que la nuestra llegue al final de cuenta», señaló.

La película caribeña batallará por el puesto a ser nominada entre la mejor cinta en lengua extranjera ante filmes de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, México, Perú y Uruguay.

Ningún proyecto dominicano ha llegado a ser nominado en esta categoría en los prestigiosos premios de la Academia de Hollywood.

Perozo destacó que la película se hizo, según él, con un presupuesto muy bajo en comparación con otros filmes de su país, aunque aun así batió la marca de la cinta dominicana más taquillera en una semana.

Perozo abundó que «¿Quién manda?» fue «la película de primeras veces», pues supuso su debut como productor general y la ópera prima de su director, Ronni Castillo.

Además, el 80 % de los actores y el 40 % del personal técnico trabajaba por primera vez en un proyecto de cine.

«¿Quién manda?» cuenta la historia de Alex (Perozo) y Natalie (Nashla Bogaert), quienes entrarán en una «guerra de sexos» con el fin de demostrar quién tiene el control de la relación.

Alex es un publicista exitoso y mujeriego, cuya filosofía es culminar su relación con las mujeres en tres meses, pero conoce a una Natalie, una chica independiente y segura de sí misma y con la que mantiene una competencia emocional. EFE