El gobierno y el Congreso de Estados Unidos tienen cuatro días para alcanzar un acuerdo sobre el presupuesto y aumentar el techo de la deuda para evitar la amenaza del primer default de su historia, algo que provoca una tremenda inquietud en el mundo.
El Departamento del Tesoro advirtió que a partir del próximo jueves no podrá hacer frente a todos sus compromisos, por lo que para esa fecha el Congreso debería votar una ley para elevar el límite de endeudamiento y evitar una cesación de pagos.
Los mercados podrían aumentar su inquietud a medida que se aproxima el plazo.
La suerte de dólar, moneda de reserva mundial, y los bonos del Tesoro, colocaciones consideradas como las más seguras del planeta, dependen de las negociaciones que republicanos y demócratas realizan en el Congreso, y particularmente en el Senado, donde este fin de semana se desarrollaron conversaciones hasta el momento infructuosas.
Todos están de acuerdo en que una cesación de pagos de Estados Unidos sería catastrófica. Pero los republicanos quieren sacar provecho del apremio para obtener reformas en el presupuesto, en particular en el sistema de jubilaciones y el plan de salud pública para los mayores de 65 años y los más necesitados, programas que consumen un 43% del presupuesto federal.
El presidente Barack Obama se ha negado a negociar con “una pistola en la cabeza” y acusa a sus adversarios republicanos de ser irresponsables. Estos retrucan que gracias a una similar estrategia, Bill Clinton se avino, cuando era presidente, a realizar concesiones sobre el presupuesto.
El propio Obama se vio obligado en agosto de 2011 a aceptar recortes anuales programados en el presupuesto hasta 2021.
“Nuestras discusiones fueron sustanciales y seguiremos con las negociaciones”, dijo el domingo Harry Reid, jefe de la bancada mayoritaria demócrata en el Senado.
“Soy optimista sobre las posibilidades de una conclusión positiva” de las negociaciones, agregó.
Los legisladores deben resolver dos asuntos al mismo tiempo: aumentar el límite de la deuda y adoptar una ley de presupuesto que permita la reapertura de las agencias federales, cerradas desde el 1 de octubre, a falta de la aprobación de un presupuesto para el año fiscal 2014.
RIESGO DE RECESIÓN
La Cámara alta tomó las negociaciones en sus manos ante la consternación de los senadores republicanos por el diálogo de sordos exhibido por sus correligionarios en la Cámara de Representantes, donde ostentan mayoría, y quienes no lograron fraguar un acuerdo con Obama en las discusiones de la semana pasada.
En todo caso, la Cámara baja deberá pronunciarse sobre un eventual acuerdo en el Senado.
“Lo que enviemos, si es que enviamos algo, puede no ser exactamente lo que la Cámara baja esté dispuesta a aceptar, por lo que podría retornar” al Senado, dijo el senador republicano Bob Corker.
El techo de la deuda es el monto máximo por el que puede endeudarse el gobierno, que no puede ser superado. Pero el gobierno federal se financia con déficit (3,9% del PIB en 2013) y está obligado a seguir endeudándose para renovar su deuda y financiar sus gastos, con bonos del Tesoro o fondos de retiro.
Nadie sabe la fecha exacta en la que el Tesoro no podrá asegurar todos sus pagos. Podría ser en cualquier momento después del 17 de octubre, en función de las variaciones diarias de la tesorería. Una estimación de la Oficina de Presupuesto del Congreso coloca esa fecha entre el 22 y el 31 de octubre.
Un default, aunque sea parcial, de la primera economía del mundo crearía un caos internacional con consecuencias difíciles de predecir. Y el mundo observa con inquietud la pulseada estadounidense.
Christine Lagarde, directora general del FMI, dijo el domingo en una entrevista con la cadena NBC que las repercusiones superarían las de la crisis de 2008.
La OCDE, en tanto, prevé que los países desarrollados recaerán en recesión en 2014 si no se alcanza un acuerdo.
AFP