Se empeñaron en meter Google+ por todos los medios. Como red social, su razón de ser, pero también como plataforma para entrar en el resto de sus servicios o comentar en Blogger y YouTube. En principio, el servicio estaba exento de publicidad y los expertos en posicionamiento en buscadores aseguran que ayuda a mejorar los resultados si se comparten contenidos en su red social.
Desde el 11 de noviembre ya no será un lugar sin anuncios, sino todo lo contrario. Cualquier contenido compartido, cualquier “+1” (el equivalente a los “me gusta” de Facebook) o la foto de perfil se podrá usar para ilustrar publicidad en todos los soportes de Google, esto incluye búsquedas en la web, Mapas y Google Play (su tienda de aplicaciones, libros y música). Con el beneplácito o no del usuario.
El funcionamiento será muy similar al de los anuncios de Facebook, pues emplea las muestras públicas de apoyo a algo (un producto, una canción, una película) y los comentarios en la red social para promocionar productos en la red. Incluso con la foto que tiene el internauta en el perfil de Google+. La diferencia es que mientras Facebook solo publica dentro de su servicio (1.150 millones de usuarios, por otra parte), los terrenos de Google se extienden prácticamente por toda la Red: la tienda de Android Google Play, los mapas, las críticas de restaurantes o de aparatos tecnológicos….el correo Gmail, comparativas….
Para evitar que esto suceda queda la solución radical, darse de baja, o seguir las indicaciones para acotar qué información se usará para hacer publicidad a partir del perfil personal. En todo caso, es farragoso y no se puede impedir por completo. Solo están exentos los menores de 18 años.
Al igual que le ocurrió a Facebook, para dar este paso, Google ha tenido que modificar las cláusulas de privacidad y términos de uso de sus herramientas; pero el público se ve en la disyuntiva de negarse activamente con lo que quedarían inhábiles sus servicios, desde G+ al Gmail, o dejar que su foto aparezca en publicidad. En el anuncio del cambio de normas, hecho el viernes, relajan el calado de la noticia con un capítulo de obviedades dedicado a la seguridad en el móvil, como no conducir mientras se telefonea. Y termina con un consejo para reforzar la seguridad. En cualquier caso, el público no tiene que dar expresamente el sí a las nuevas normas. El silencio significa barra libre para Google.
Hace una semana, Instagram anunció que comenzará a enviar a sus suscriptores imágenes comerciales «artísticas»; el internauta las podrá rechazar aunque deberá explicar los motivos para ello. Google+ e Instagram han sido las dos últimas redes sociales que insertan publicidad en sus medios, después de que lo hicieran anteriormente Facebook y Twitter.
El internauta-anuncio de Google ya ha levantado la protesta de Marc Rotenberg, director del grupo de defensa de la privacidad EPIC.»Es un gran problema de privacidad», asegura y aconseja que la Comisión Federal de Comercio (FTC) revise el carácter de la medida de Google, pues, en su opinión, contradice las normas dictadas por FTC en 2011.
Francia ya lo está haciendo, pero no por este cambio sino por el que acometió en 2012 al unificar todos los bancos de datos de sus diferentes servicios, de YouTube a Gmail o Drive. Google se defiende diciendo que respeta la legislación europea y que aquellos cambios eran para mejorar los servicios de los usuarios.