Una vez más, el poder del bate latino hizo acto de presencia en la ofensiva de los Dodgers de Los Ángeles y tuvo como protagonistas al primera base mexicano Adrián González, al jardinero cubano Yadiel Puig y al campocorto dominicano Hanley Ramírez.

Hanley Ramirez



Los peloteros latinos fueron los que se encargaron de producir las tres carreras con las que los Dodgers ganaron por 3-0 a los Cardenales de San Luis en el tercer partido de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional.

El triunfo, primero de la serie, era vital para los Dodgers después de haber perdido los dos primeros de la eliminatoria que disputan al mejor de siete.



La producción ofensiva de González, Puig y Ramírez fue todo lo que necesitó el abridor novato, el surcoreano Hyun-Jin Ryu, que lanzó siete entradas dominantes en las que sólo espació tres imparables sin permitir anotación y le ganó el duelo al estelar Adam Wainwright.

Pero antes, en la parte baja de la cuarta entrada, un doblete remolcador de Adrián González puso fin a un bajón de 17 turnos con apenas un hit de los Dodgers con corredores en posición de anotar.

La acción de González, que se fue de 4-1 con anotación e impulsada, también motivó a Puig que lo siguió con un triple espectacular que puso el 2-0 en la pizarra y sentenció Ramírez con la tercera carrera producida en el octavo episodio.

«Todos tratamos de hacer lo mejor posible para llegar a la Serie Mundial», declaró Puig, que volvió a mostrar el mismo entusiasmo juvenil que guió a los Dodgers del último al primer lugar de la División Oeste durante un repunte increíble desde la mitad de la campaña.

González puso fin a un bajón de 17 turnos con apenas un hit de los Dodgers con corredores en posición de anotar, mientras que Ramírez, que estaba en duda para jugar por el diagnóstico de una costilla fracturada, bateó dos imparables y remolcó una carrera para los Dodgers, que propinaron a Wainwright su primera derrota de la postemporada y que ahora están abajo 2-1 en la serie.

El cuarto juego será el martes en el Dodger Stadium. Ricky Nolasco subirá al montículo para enfrentar al derecho de los Cardenales, Lance Lynn.

El triple de Puig en el cuarto episodio rompió una racha de 11 turnos previos sin batear hits en la serie.

Los Dodgers tomaron ventaja de 2-0 en el inning, en que el doble del «Titán» González por la raya del bosque derecho remolcó primero al segunda base Mark Ellis. Con dos «outs», Puig conectó un batazo que pegó contra el muro para traer a González.

Puig, de 22 años, que desertó de Cuba, estaba tan emocionado que festejó dos veces.

Levantó los brazos y se detuvo a mirar el vuelo de la pelota hacia el jardín central. Evidentemente, pensó que la pelota se iría de jonrón.

Cuando se percató de lo contrario, comenzó a correr y pudo llegar con facilidad a la tercera base, aplaudió antes de levantar los brazos al cielo, mientras recibía la ovación de buena parte de los 53.940 espectadores, que acudieron a presenciar el partido.

Puig tenía motivos para estar tan contento. Se había ponchado siete veces antes de conectar el primer hit contra los Cardenales.

«Él aporta una energía increíble cada día», destacó Ramírez. «Cuando hablé con él me dijo, ‘hoy lo lograré’, y lo hizo. Es un tremendo pelotero».

Los Dodgers al final pudieron contar con Ramírez y el jardinero central Andre Ethier de vuelta en la alineación, tras demostrar en la práctica de bateo que estaban en condiciones para jugar.

Ramírez jugó con un protector liviano para salvaguardar la costilla izquierda rota, luego de recibir un pelotazo del relevista Joe Kelly en el primer juego.

En su primer turno, Ramírez conectó un sencillo ante Wainwright y aportó la producción de la carrera del 3-0 en el octavo episodio.

Ramírez bateó un débil sencillo contra el relevista Seth Maness y por encima de la cabeza del segunda base Kolten Wong, permitiendo que Carl Crawford anotase desde la intermedia al vencer con lo justo el roce del guante del receptor puertorriqueño Yadier Molina.EFE