Legisladores estadounidenses indicaron que un acuerdo sobre el presupuesto y para elevar el techo de la deuda podría surgir este martes, a dos días de que se cumpla el plazo para que el país ingrese en una eventual cesación de pagos.
El jefe de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, y el de la minoría republicana, Mitch McConnell, evocaron el lunes la posibilidad de una rápida solución al enfrentamiento que paraliza al Estado federal desde hace dos semanas y al aumento del límite legal de endeudamiento.
“Hicimos avances fenomenales, todavía no llegamos a un acuerdo pero los avances son fenomenales”, dijo Reid al concluir el lunes una nueva jornada de negociaciones.
“Solo sean pacientes”, dijo Reid, quien agregó que esperaba que este martes “sea un gran día”.
McConnell agregó que “comparto su optimismo de que obtendremos un resultado que será aceptable para ambas partes”.
Potente señal
Los comentarios de Reid y McConnell son la señal más potente emitida hasta el momento de que demócratas y republicanos, al menos en el Senado, quieren poner fin a la crisis.
Y ciertamente el esfuerzo de ambos líderes de bancada es la última oportunidad para evitar una cesación de pagos, aunque el éxito no está aún asegurado.
El Senado, controlado por los demócratas, y la Cámara de Representantes, con mayoría republicana, deberán adoptar un texto idéntico para que el mismo entre en vigor.
Este martes el plan de Reid y McConnell será presentado a un grupo de senadores republicanos. Según uno de ellos, Bob Corker, recién a mitad de jornada deberían conocerse los detalles del acuerdo.
El optimismo era compartido por la Casa Blanca, pero se deben superar resistencias de legisladores republicanos, sobre todo en la Cámara de Representantes, donde el Tea Party, el sector más conservador del partido, se mantenía hasta el momento reacio a toda concesión.
Según versiones de prensa, el acuerdo incluiría una medida que permitiría al Tesoro continuar solicitando créditos hasta febrero y al Estado federal reabrir por completo hasta mediados de enero, a cambio de diversas concesiones de los demócratas sobre ciertos aspectos de la ley de reforma del sistema de salud.
Negociaciones formales sobre el presupuesto serían iniciadas de inmediato entre el Senado y la Cámara de Representantes para cubrir el resto del año 2014.
Reid y McConnell asumieron la conducción de las negociaciones el fin de semana, tras el fracaso de los contactos entre la Casa Blanca y el presidente republicano de la Cámara de Representantes, John Boehner.
Reid, McConnel y Boehner, así como la líder de la minoría demócrata en la Cámara baja, Nancy Pelosi, debían reunirse el lunes con el presidente Barack Obama, pero el encuentro fue postergado “para permitir a los líderes del Senado continuar avanzando hacia una solución para subir el límite de endeudamiento y reabrir servicios públicos”, informó la Casa Blanca.
El mundo y los mercados esperan
La situación en Estados Unidos ha generado inquietud en los mercados y en el mundo.
El lunes, los mercados adhirieron al optimismo trasuntado por los legisladores: Londres y Wall Street cerraron en alza, en tanto el dólar resistió frente al euro.
La Bolsa de Tokio abrió el martes en ligera alza, aunque el ministro de Finanzas japonés, Taro Aso, estimó que una cesación de pagos de Estados Unidos tendría un importante impacto en la economía mundial e instó a una rápida solución de la crisis.
El Departamento del Tesoro advirtió que a partir del jueves no podrá hacer frente a sus compromisos de pago si no se eleva el límite legal de endeudamiento.
El techo de la deuda es el monto máximo por el que puede endeudarse el gobierno, que no puede ser superado sin anuencia legislativa. Pero el gobierno federal se financia con déficit (3,9% del PIB en 2013) y está obligado a seguir endeudándose para renovar su deuda y financiar sus gastos.
La suerte del dólar, moneda de reserva mundial, y los bonos del Tesoro, colocaciones consideradas como las más seguras del planeta, dependen entonces de las negociaciones entre los legisladores republicanos y demócratas.
Uno de los galardonados con el premio Nobel de Economía, Robert Shiller, que obtuvo el lunes el premio junto a otros dos economistas, minimizó el riesgo de un default.
AFP