Mientras la muchachada disfrutó a todo dar del concierto de su ídolo del momento Justin Bieber, la prensa encargada de dar cobertura al espectáculo sufrió amargamente un trato vejatorio y humillante.

Justin Bieber



Todo inició desde la entrada al concierto. Al parecer algún genio del equipo organizador encontró más placentero dificultar el trabajo a los colegas, y los hizo entrar por la puerta del “Beliebers Zone”, sorteando las pisadas entre una inmensa multitud de jovencitas que coparon esa última puerta de la parte oeste del Estadio Olímpico.



Logramos entrar entre apretujones, empujones y lluvia de quejas de madres que desde las 5:00 de la tarde estaban en la fila y no habían podido entrar con sus hijas cuando el reloj marcaba las 7:40 de la noche.

No nos revisaron y las encargadas de colocarnos un bazalete, ni cuenta se dieron que le cruzamos por el lado, con todo y que cada uno llevábamos en el pecho la inmensa credencial de PRENSA. Al terreno, otros colegas nos advirtieron que teníamos que regresar a la puerta de entrada y buscar a alguien del staff, para que nos ponga la innecesaria banda de color verde (para fotógrafos) y roja (para cronistas) en la muñeca.

La parada del Believe Tour en Santo Domingo, inició a las 8:05 de la noche con la entrada al escenario de la animadora de la noche, Karina Larrauri, quien presentó a la contrataparte dominicana. Un joven llamado talentoso llamado Gabriel, quien con mucha habilidad en el escenario se agenció los aplausos de la multitud de jovencitas que vociferaban sin parar.

Con cuatro temas sobre el escenario, Gabriel se despidió a las 8:26 de la noche para darle paso al canadiense Justin Bieber, quien se hizo esperar justamente una hora y apagó las quejas con la frase “Lets go, Lets go Santo Domingo..!”.

La gritería ensordecedora era la mejor señal de que las casi 18 mil personas se estaban gozando al gran fenómeno juvenil. Sin embargo, en el grupo de prensa, auto aislado por la invasión de las fans de Bieber, no les quedó más remedio que cubrir el concierto de pies.

La agresión. A pesar la incomodidad, todo marcha bien. Hasta que un movimiento inusual por donde estaban los fotógrafos nos llamó poderosamente la atención. Uno de los del equipo de seguridad de Justin Bieber agredió a varios fotógrafos y a una joven del equipo del staff del concierto.

Una especie de troglodita, desconocedor de la labor de los colegas para captar las imágenes para los medios, la emprendió a golpes y amenazas contra los colegas Robert Guzmán, Alfonso Conde y Maribel Hernández.

En el concierto se dio una situación tensa cuando miembros del equipo de seguridad salieron al centro del Estadio Olímpico detrás de unos ladrones de celulares, allí sin explicación apareció un hombre armado, sacó su pistola, esto motivó a que la familia de Carlos Dalmau, quien fue acompañado de sus hijos, tuvieran que abandonar el estadio atemorizados.

Por Troi Orlando Espejo Encarnación