El primer juego de la Serie Mundial dejó al toletero dominicano David Ortiz como uno de los bates más peligrosos en las mayores, que además fue importante en la victoria que consiguió su equipo de los Medias Rojas de Boston.

David Ortiz



Mientras que a otro veterano pelotero latinoamericano, el jardinero boricua Carlos Beltrán, no tuvo la misma suerte que Ortiz al que le robó un grand slam, pero en su intento sufrió una lesión en las costillas que le obligó a abandonar el campo.

Tal como ya acostumbró a los aficionados de Boston, Ortiz se crece en partidos clave, y esta vez no fue la excepción, ya que pegó un vuelacercas y estuvo cerca de un grand slam para dirigir el ataque de los Medias Rojas, que vencieron 8-1 a los Cardenales de San Luis.



Ortiz remolcó tres carreras para los Medias Rojas, que con la victoria dejan la serie que se juega al mejor de siete con marca de 1-0 a su favor, mientras que los Cardenales además de haber perdido el partido, perdieron a Beltrán, que salió lesionado del campo de juego.

«Hemos logrado la primera victoria de la Serie Mundial que siempre te motiva y te ayuda a tener mayor confianza en el resto de la competición, pero esto no ha hecho más que comenzar», declaró Ortiz al concluir el partido. «Hicimos bien las cosas y aprovechamos las oportunidades que tuvimos».

«Big Papi» se fue de 3-2 con cuadrangular, dos anotadas y tres carreras producidas.

Pero la noche hubiera sido más espectacular para Ortiz si no hubiera sido por una espectacular atrapada de parte de Beltrán que le robó lo que hubiese sido un grand slam y concluir el partido con dos jonrones.

«Son un equipo que tiene un pitcheo bueno y hay que aprovechar los fallos de ellos», señaló Ortiz, que ahora tiene ya 16 cuadrangulares y 57 impulsadas como profesional en la fase final. «Tenemos un equipo con una buena defensiva, que lo demostró al eliminar a los Tigres de Detroit en la Serie de Campeonato de la Liga Americana».

Ortiz piensa que tendrán que jugar igual de agresivos en la ofensiva para conseguir el título de campeones de la Serie Mundial y están listos y mentalizados para conseguirlo.

La gran labor ofensiva de «Big Papi» es algo que no sorprende a ninguno de sus compañeros, por el contrario están convencidos que cuando llega al competición de la fase final es cuando siempre responde con los batazos decisivos.

«Ese es Big Papi», declaró el jardinero de los Medias Rojas, Jonny Gomes. «Es lo normal para (Ortiz)».

Ortiz (1) volvió a mandar su mensaje del peligro que representa el poder de su bate.

El dominicano sacó la pelota del campo en el séptimo episodio llevando a un corredor en el camino al cazar la serpentina del relevista novato Kevin Siegrist.

El designado hizo volar la pelota 408 pies (124 metros) por todo lo alto del jardín derecho cuando el lanzador trataba de sacar el tercer out del episodio.

Pero nadie entre los jugadores de los Medias Rojas, y especialmente Ortiz, consideran que deben confiarse por haber conseguido la victoria en el primer partido del «Clásico de Otoño2.

«Vamos a seguir batallando y tratando de ganar lo mejor que podamos», reiteró Ortiz. «Nadie puede predecir nada. Estamos enfrentándonos a unos lanzadores buenos. Son los campeones de la Liga Nacional y sabemos que son un equipo con tremendo pitcheo. Vamos a seguir atacando».

Ortiz, en el segundo episodio estuvo cerca de conectar grand slam, pero Beltrán lo impidió saltando sobre la barda, lo cual le provocó una fuerte lesión en las costillas del lado derecho, que lo obligó a salir del campo de juego.

Beltrán, de 36 años de edad, se mantuvo en el partido hasta el final del episodio, pero más tarde fue sustituido por el cubano Jon Jay.

El equipo informó durante el quinto episodio que el boricua tuvo que ser trasladado a un hospital local, donde le realizaron exámenes médicos que puedan determinar el alcance del golpe que sufrió en las costillas cuando realizó la gran atrapada de la noche, que al final tampoco pudo salvar a los Cardenales.

Beltrán disputa su primera Serie Mundial luego de pasar 16 campañas en las Grandes Ligas y haber jugado 45 partidos de fase fase final.

Por los Cardenales, los toletes latinoamericanos estuvieron sin poder, mientras que Beltrán estuvo de 1-0 antes de salir lesionado, su compatriota el receptor Yadier Molina hizo cuatro viajes al plato y conectó una vez sin producción.