PARÍS. El ataque cerebral, el accidente cerebrovascular (ACV) es cada vez más frecuente en los adultos menores de 65 años en el mundo, en particular en los países en desarrollo, según dos estudios publicados este jueves en la revista médica británica The Lancet.
Aunque el ACV es asociado desde siempre al envejecimiento y es significativamente más común entre los ancianos, un amplio estudio que recopila datos de 119 países (58 de alto nivel de ingresos y 61 de ingresos bajos y medios) muestra que el número de ataques aumentó un 25% en 20 años entre las personas de 20 a 64 años, lo que eleva su proporción, en 2010, a 31%, contra un 25% en 1990.
El estudio estima que en 2010 ocurrieron 16,9 millones de AVC en todo el mundo, o sea un 68% más que en 1990 .
Una parte creciente de los 11,6 millones de ictus isquémico y de los 5,3 millones de ACV hemorrágicos registrados se producen en los países desarrollados y en personas menores de 74 años.
Un derrame cerebral puede ser causado por un coágulo de sangre, que causa una disminución en el flujo sanguíneo cerebral (ictus isquémico) o por la ruptura de un vaso sanguineo dentro del cerebro (accidente cerebrovascular hemorrágico).
Los accidente cerebrovasculares son favorecidos por la presión arterial alta, pero también por otros factores, como la inactividad física, la obesidad y el tabaco.
Aunque la mortalidad de ambos tipos de AVC se ha reducido significativamente (-37 %) en los últimos veinte años en los países desarrollados, se ha incrementado en un 42 % en los países en desarrollo , que ahora detentan la mayor parte de los 5,9 millones de muertes observadas en 2010 en todo el mundo, o sea un 84 % de las 3.000.000 muertes por accidente cerebrovascular hemorrágico y un 57 % de los 2,98 millones de muertes tras un AVC isquémico.
Si la tendencia actual se mantiene, el número de muertos podría duplicarse para el año 2030, lo mismo que el número de sobrevivientes de AVC (70 millones en 2030 frente a 33 millones en 2010 ), o el de las discapacidad y afines (200 millones de dólares contra 102 millones en 2010 ), advierten los autores del estudio dirigido por el profesor neozelandés Valery Feigin.
Los autores advierten que si no se hace nada en materia de prevención en los países en desarrollo, los accidentes cerebrovasculares continuarán afectando a un número creciente de los jóvenes.
«La carga global vinculada a los ACV aumenta rápidamente y tenemos que implementar muy pronto estrategias globales para la prevención, el tratamiento y la rehabilitación, que a su vez sean asequibles y culturalmente aceptables», señala Feigin .
Ya se notaba, en 2010, grandes diferencias entre los países ricos y pobres, con distancias de 1 a 10 tanto para las muertes prematuras como para el peso de las discapacidades y patologías asociadas entre Europa Occidental, América del Norte y Australia, por un lado, y Europa del Este, África subsahariana o algunos países asiáticos, por otra.
En un comentario adjunto a este análisis, Graeme Hankey, de la Universidad de Australia Occidental, recomienda «estrategias globales para reducir el consumo de sal, calorías, alcohol y tabaco». También aboga por que se identifique a las personas con mayor riesgo de AVC hemorrágico, a fin de alentarlos a cambiar su estilo de vida o iniciar un tratamiento contra la hipertensión.
AFP