Desde tiempos ancestrales, los japoneses consideran al destino como un aspecto muy importante, el cual deben de respetar toda su vida. La leyenda que todavía perdura en su población, es la del hilo rojo. Este lazo es la arteria ulnar que está conectada al corazón; recorre el codo, el borde interno del brazo izquierdo y termina en el dedo meñique. Se crea cuando una persona es procreada.
Según el portal web Cultura Colectiva, esta idea se convertía en dogma cuando los individuos crecían. Se les imponía creer que estaban atados a la vida de alguien más, a quien conocerían y se casarían. Por esta razón, de 1603 a 1867, la mayoría de la población femenina se cortaba el dedo meñique como símbolo de amor, obediencia y respeto hacia sus esposos. Los esclavos o deudores que infringían las leyes hechas por los Yakuzas, también se amputaban esta parte de la mano como señal de lealtad.
La leyenda se extendió a China, donde se cree que el abuelo de la Luna ata hilos rojos a las muñecas o tobillos de los niños, con el fin de unirlos. Conforme pasa el tiempo, este vínculo se va acortando hasta que ambas personas se encuentran y pasan toda su vida con la misma pareja. Lo más importantes de los dos países es que el lazo se puede torcer, alejar o tensar pero jamás romperse. Por esta causa, los jóvenes de las naciones orientales piensan que es una pesadilla y desean modificar su destino.
Si me opero las líneas de las manos, ¿mi suerte cambiará?
En enero de 2011, una mujer llegó al consultorio del médico cirujano Takaaki Matsuoka, pidiéndole que le operara las líneas de las manos para mejorar su suerte. Desconcertado, accedió a realizar la intervención pero antes estudió diversos artículos científicos para indagar de dónde provenía esta práctica. Encontró que era un procedimiento muy popular en Corea del Sur.
La revista Contenido muestra una declaración de Matsuoka sobre cómo se cambian las marcas de las palmas de las manos en menos de 15 minutos. “Si intentamos crear una línea con láser la marca que deja no es clara. Es necesario usar el bisturí eléctrico y practicar una incisión manual, porque las líneas de la mano no son completamente rectas. Si no quemas la piel, además, las líneas no se forma”.
Por cada operación, el médico japonés gana 1,000 dólares. Hasta mediados de este año, había realizado casi 50 intervenciones de este tipo pero advierte en el diario The Daily Beast que no asegura el éxito de la persona. No obstante, habló de dos casos en donde la suerte de los individuos cambió; una chica se casó y un hombre, ganó la lotería. Ambos acontecimientos son los que más desean quienes asisten a su consultorio.
Con este procedimiento, las personas pueden manejar su destino según sus intereses. La quiromancia (lectura de manos), se ha vuelto una práctica muy popular en la región; así determinan si deben o no modificar sus marcas de nacimiento. La leyenda del hilo rojo comienza a desvanecerse pero aún así, continúa como una creencia el pensar que “los caminos de la vida” están previamente delimitados y que las acciones realizadas por los seres humanos no influyen sobre ellos.
Fuente: https://mx.noticias.yahoo.com