Por Rafael Molina Morillo, director del periódico El Día
¿No dizque estamos en austeridad? ¿O es que tan solo se trata de una etiqueta demagógica? Lo pregunto porque hace un par de días se divulgó la noticia de que la Cámara de Diputados invertirá 120 millones de pesos para hacer regalos navideños, y me parece que la cosa no está como para esos alardes, por no llamarle populismo a esa maniobra.
Incrédulo al enterarme del desatino en cuestión, pregunté a un colega periodista conocedor de los intríngulis legislativos si yo había entendido bien, a lo que me contestó que sí, pero que se trata de unos bonos que la Cámara reparte entre los diputados para hacer regalos a sus electores en Navidad y el Día de las Madres.
Pero esos bonos no salen de los bolsillos de los diputados, sino de los tuyos, lector o lectora, y de los míos, pues se trata de un dinero extra, aparte del sueldo que cobran como legisladores, y aparte también del famoso “cofrecito”.
Yo creía que los diputados estaban para legislar, no para repartir dinero del Estado, ni comestibles, ni juguetes, y menos cuando el Presupuesto de Gastos de la nación no alcanza para hacer frente a los acuciantes problemas nacionales.
Austeridad significa apretarnos el cinturón y ahorrar cada centavo posible. Los diputados lo saben. ¿Y entonces?