Moscú. El presidente ruso, Vladímir Putin, promulgó hoy una ley que prohíbe la publicidad del aborto en un intento de incrementar la natalidad en un país afectado por el alarmante envejecimiento de su población.
La nueva ley prohíbe la publicidad de todos los servicios médicos destinados a la interrupción artificial del embarazo, según informa el Kremlin en su página web.
La Duma o congreso de diputados de Rusia aprobó el 15 de noviembre esta ley, que recibió el respaldo del Senado el pasado día 20, según las agencias locales.
En su momento, la Duma aprobó una ley que limita el aborto, pero rechazó las propuestas de la Iglesia Ortodoxa Rusa que demandaba, entre otras cosas, el permiso del marido.
Actualmente, los abortos sólo pueden ser practicados durante las primeras doce semanas de embarazo, con la excepción de las mujeres que no pueden mantener al niño, que podrán interrumpir voluntariamente su embarazo durante las primeras 22 semanas.
Además, la ley estipula un período de dos a siete días, conocida como la «semana de silencio», para que la mujer pueda reconsiderar su decisión de interrumpir su embarazo.
Según el Ministerio de Sanidad, Rusia tiene uno de los índices más altos del mundo con más de un millón de abortos anuales, aunque otras fuentes hablan de varios millones, cifra que multiplica varias veces las cifras en los países occidentales.
De acuerdo con las estadísticas oficiales, las mujeres rusas se someten a una media de dos abortos a lo largo de su vida y un 20 % de las parejas son incapaces de tener hijos debido a abortos mal practicados.
El número de abortos aún era más alta durante la era soviética, ya que, ante la falta de preservativos o el desconocimiento de los métodos anticonceptivos, ésta era el único método de planificación familiar.