La inglesa Nicola Hickman, de 37 años, se quiso tatuar un corazón cuando nació su hijo. Pero lo que iba a ser una muestra de amor se ha convertido en una horrible cicatriz en el tobillo. Una reacción alérgica a la tinta roja le provocó un terrible bulto que no le permitía ni ponerse las botas.
Según informa el Daily Mail, Nicola y su pareja decidieron tatuarse una muestra de amor a su hija Chenai, de 7 años. Su pareja se tatuó el nombre de la pequeña en la espalda y ella un corazón en un tobillo.
Pero pronto comenzó a notar que algo no era bien y el dolor se convirtió en insoportable. Los médicos confirmaron que estaba teniendo una fuerte reacción alérgica a la tinta roja y tras intentar retirar el tatuaje quirúrgicamente sufrió una fuerte infección. En su tobillo comenzó a crecer una terrible cicatriz que no le permitía ni ponerse unas botas.
Finalmente los médicos, lograron retirar toda la infección dejando la herida abierta y cuidando a cada minuto de que no se infectara. Nicola, ahora, solo tiene una marca en forma de corazón en su tobillo.
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