MANHATTAN, Estados Unidos.- El médico Emil Chynn ha generado una gran controversia con su propuesta: implantes de joyas en el ojo. La operación cuesta 3.000 dólares y la primera persona en realizarlo fue una joven de 25 años que se colocó un corazón de platino.
El profesional de la salud se dedica a la corrección de la visión con láser, y justamente con esa herramienta realizó una abertura en la membrana delgada que cubre la parte blanca del ojo, y ahí pudo ingresar la joya.
Argumenta Chynn que el sistema es bastante seguro, y que la técnica fue inventada por un oftalmólogo holandés en 2004. “La hendidura era tan pequeña que ni siquiera necesitó puntos de sutura”, argumentó.
Sin embargo, la Sociedad estadounidense de oftalmología manifestó su preocupación por esta intervención. Un comunicado oficial emitido por la entidad indica que “la Academia Americana de Oftalmología no tiene pruebas suficientes para determinar la seguridad o el valor terapéutico de este procedimiento”, y añadió que el mismo “puede traer complicaciones, como la ceguera, infección ocular y hemorragia”.