El ejercicio podría aumentar el conteo espermático de un hombre, y por tanto mejorar las probabilidades de concebir de una pareja, según un estudio reciente.
En particular, los hombres que hacen levantamiento de pesas o pasan tiempo trabajando o haciendo ejercicio al aire libre tendían a tener una concentración de espermatozoides más alta que el promedio en el semen, señaló la coautora del estudio, Audrey Gaskins, estudiante doctoral de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard.
«Los hombres que hacen siete o más horas de ejercicio por semana, esencialmente una hora al día, tenían concentraciones un 48 por ciento más altas que los hombres que hacían menos de una hora de ejercicio por semana», comentó Gaskins.
El estudio será presentado esta semana en la reunión conjunta de la Federación Internacional de Sociedades de la Fertilidad (International Federation of Fertility Societies) y de la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (American Society for Reproductive Medicine), llevada a cabo en Boston.
Dos estudios más que serán presentados en la reunión hallaron que ni el café ni el alcohol afectan la capacidad de un hombre de concebir, contradiciendo preocupaciones planteadas por investigaciones anteriores.
«Aunque en general se considera que la cafeína y el alcohol son un factor de riesgo de una reducción en la fertilidad, no vimos pruebas de ello», apuntó el coautor del estudio, el Dr. Jorge Chavarro, profesor asistente de nutrición y epidemiología de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard.
El estudio sobre el ejercicio se concentró en los hombres de parejas que buscaron tratamiento en el Centro de Fertilidad del Hospital General de Massachusetts entre 2006 y 2012. Al final, 137 hombres proveyeron muestras de semen y completaron cuestionarios sobre sus niveles regulares de actividad física.
«Cuando lo observamos en general, hallamos que los hombres que hacían niveles entre moderados y vigorosos de actividad tenían unos niveles más altos de concentración de espermatozoides», apuntó Gaskins.
Además, los investigadores hallaron que unos tipos particulares de actividad mejoraban los conteos espermáticos más que otros. «Las actividades al aire libre y levantar pesas parecían impulsar la asociación entre una actividad moderada y la concentración de espermatozoides», comentó Gaskins.
Los hombres que pasaban más de una hora y media a la semana realizando alguna actividad física al aire libre tenían una concentración espermática un 42 por ciento más alto que los que no pasaban tiempo al aire libre, apuntó.
Los que hacían levantamiento de pesas durante dos o más horas por semana experimentaban un aumento del 25 por ciento en el conteo espermático, en comparación con los hombres que no levantaban pesas.
«Se ha mostrado que levantar pesas aumenta los niveles de testosterona y mejora la sensibilidad a la insulina», señaló Gaskins. «Ambos factores se han relacionado con unas concentraciones más altas de esperma».
Gaskins especuló que la exposición a la luz solar al aire libre podría aumentar la fertilidad al aumentar los niveles de vitamina D de los hombres.
Sin embargo, los investigadores hallaron que una forma de ejercicio al aire libre puede en realidad reducir la fertilidad masculina. Los hombres que montaban en bicicleta más de una hora y media cada semana tenían concentraciones de esperma un 34 por ciento más bajas que los hombres que no montaban bicicleta.
La presión que el asiento de la bicicleta ejerce sobre el escroto o una temperatura más alta en el escroto provocada por esa presión son explicaciones posibles para la reducción en la fertilidad, señaló Gaskins.
El estudio no halló ninguna diferencia en la calidad del esperma o en la forma en que se desplazaba en el cuerpo en relación con el ejercicio.
Aunque el estudio encontró una asociación entre los niveles de ejercicio y la concentración espermática, no demostró causalidad.
Otros dos estudios que evaluaban la fertilidad masculina observaron el impacto potencial del alcohol o de la cafeína.
Un estudio revisó la ingesta de alcohol y cafeína en 166 de infertilidad de sexo masculino, y no halló ningún vínculo con los conteos espermáticos de los hombres.
«Hallamos que ni el alcohol ni la cafeína afectaban la calidad del semen, que sirve como medida sustituta del potencial de fertilidad masculina», señaló Chavarro.
Un segundo estudio de investigadores franceses también observó la ingesta de cafeína, pero se enfocó en la posibilidad de que la cafeína podría dañar la calidad del esperma, además de la cantidad.
El estudio, en que participaron 4,500 hombres, revisó el volumen de semen y el conteo espermático, y realizó un análisis genético para ver si la cafeína provocada daños en el ADN de los espermatozoides.
Los investigadores reportaron que la ingesta de cafeína en general no tuvo un efecto nocivo sobre el semen. En particular, la cafeína no pareció provocar ningún daño significativo al ADN que porta el esperma.
Hasta ahora, la investigación sobre los efectos de la cafeína y el alcohol sobre la fertilidad masculina ha resultado muy mixta, apuntó Chavarro.
«Ha habido muchos artículos que sugieren que el alcohol y la cafeína podrían ser dañinos para la fertilidad», comentó. «Pero algunos artículos han afirmado que la cafeína podría ayudar a la motilidad de los espermatozoides, y que ayuda a los espermatozoides a moverse con mayor rapidez y con unos mejores patrones».
Debido a que la nueva investigación se presentó en una reunión médica, sus datos y conclusiones deben ser considerados como preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.
Fuente Holadoctor.com