Un equipo de investigadores en Canadá desarrolló una clase de compuestos que pueden ayudar a la erradicación del Mal de Chagas, una enfermedad tropical que afecta a unos 18 millones de personas en América Latina, según un estudio publicado hoy.
La enfermedad la causa el parásito Trypanosoma Cruzi, transmitido a los humanos por insectos que se alimentan de sangre -en América del Sur conocidos como vinchucas- que pican preferentemente el rostro de sus víctimas, señalaron los investigadores en un artículo publicado en Antimicrobial Agents and Chemotherapy.
“Si bien, históricamente, la infección se ha confinado mayormente a las poblaciones pobres y rurales en América Central y del Sur, también ha aparecido en Estados Unidos, Europa, Japón, Canadá y Australia debido a las migraciones, y la transmisión sin el vector tradicional se está convirtiendo en una amenaza a la salud pública”, escribió la investigadora Deborah Nicoll Griffith.
Algunos cálculos ponen la cifra de casos en Estados Unidos de personas infectadas con el mal en 300.000 en el año 2005, agregó Nicoll, del Centro Merck Frosst de Investigación Terapéutica en Kirkland, Quebec.
La enfermedad tiene una fase aguda y una crónica y, sin tratamiento, el mal de Chagas conduce a trastornos cardiacos y digestivos a medida que el parásito se aloja en el corazón, el esófago y el colon para dañar los tejidos.
El tratamiento estándar actual para el mal de Chagas es la administración del compuesto benznidazole que muestra una actividad significativa contra el parásito durante la fase aguda pero no es tan eficaz una vez que la enfermedad se torna crónica.
Los trabajos de los científicos en busca de nuevos compuestos se concentraron en la interferencia con una enzima, cruzipain, que el parásito emplea para la digestión, para la producción de otros mecanismos celulares, para evadir el sistema de inmunidad de su anfitrión y para invadir los tejidos del corazón, el estómago y los intestinos.
Nicoll y sus colegas identificaron dos compuestos, conocidos como inhibidores reversibles de proteasa cisteína, que se acomodan a la cruzipain como las piezas de un rompecabezas e inhabilitan la proteína.
En el estudio los científicos probaron la eficacia de los compuestos en ratones y la compararon con la de la benznidazole.
El artículo concluyó que, si bien todos los grupos de ratones sometidos a tratamiento mostraron una reducción notable en la carga de parásitos en todos los tejidos, los dos compuestos experimentales tuvieron tasas más altas de cura de las infecciones agudas (90 % y 78 %, respectivamente), comparadas con la benznidazole (71 %).
“La eficacia demostrada en estos estudios de T. cruzi con ratones indica que los inhibidores de cruzipain que contienen nitrilo son un método prometedor para un tratamiento seguro y eficaz del mal del Chagas”, escribieron los investigadores.