Berlín.Únicamente los familiares directos de Michael Schumacher tienen acceso a las dependencias de la clínica universitaria de Grenoble donde está ingresado el siete veces campeón del mundo de Fórmula Uno, mientras se suceden los mensajes de apoyo de todo el mundo al expiloto alemán, en coma desde ayer.

Schumacher



Su esposa, Corinna, así como sus hijos Gina María, de 16 años, y Mick, de 14, son de las pocas personas de su entorno directo que pueden seguir de cerca la evolución de Schumacher, entre la vida y la muerte tras el accidente sufrido ayer cuando ejercía su pasión por la velocidad, en este caso el esquí.

La familia pidió hoy expresamente a los medios, a través de la manager del expiloto, Sabine Kehm, respeto a su esfera privada, al tiempo que agradecía los mensajes de apoyo que desde ayer llegan al hospital.



Las muestras de consternación abarcan desde el ámbito político al deportivo, encabezados por el mensaje de la canciller Angela Merkel, en lo primero, y el del actual campeón del mundo, Sebastian Vettel -cuádruple ganador del título-, en la órbita del automovilismo.

«La canciller y los miembros de su Gobierno están tan profundamente conmovidos por el accidente de Schumacher como tantos millones de alemanes», apuntó el portavoz del Gobierno, Steffen Seibert, expresando así el sentir generalizado en el país natal del expiloto.

Desde Kerpen, localidad cercana a Colonia, fuentes del Ayuntamiento reportaban los innumerables mensajes de aliento llegados de todas partes del mundo a esa ciudad de 65.000 habitantes donde nació Schumacher el 3 de enero de 1969.

Vettel, considerado en Alemania el sucesor de Schumacher, afirmaba asimismo estar «en estado de shock» por el accidente del «Kaiser», en declaraciones a la agencia alemana de noticias dpa.

Schumacher y Vettel mantienen una fuerte relación ya que el primero fue el ídolo de infancia del tetracampeón mundial de 26 años.

Los mensajes desde el estamento deportivo se extendieron por toda la Fórmula Uno -desde el español Fernando Alonso al colombiano Juan Pablo Montoya y los brasileños Rubens Barrichelo y Felipe Massa-, y las escuderías para las que pilotó, como Ferrari y Mercedes, su última marca antes de su retirada, el año pasado.

Asimismo difundieron sus mensajes de apoyo, en twitter o por otros medios, el futbolista internacional Lukas Podolski, el motociclista italiano Valentino Rossi y los extenistas alemanes Steffi Graf y Boris Becker.

Los mensajes alternaban las frases de ánimo al expiloto o a su esposa, Corinna, quien a lo largo de su carrera deportiva ya sufrió por la vida de su marido en los sucesivos accidentes de éste, aunque sin consecuencias tan graves como el actual.

Las dos situaciones más complejas en la vida del «hombre récord» de la Fórmula Uno se han producido paradójicamente fuera de los circuitos del automovilismo: en 2009, a bordo de una motocicleta, en España, y ahora, esquiando en los Alpes franceses.

Schumacher permanece en «situación crítica» y su vida corre peligro, indicaron fuentes del hospital de Grenoble donde fue intervenido tras el accidente de esquí que sufrió el domingo.

El doctor Jean-François Payen, jefe del servicio de reanimación del hospital universitario (CHU), declinó hacer pronósticos acerca de la evolución o futuro del expiloto, quien se encuentra en coma artificial inducido por medicamentos.

El expiloto, quien el 3 de enero cumplirá 45 años, sufrió ayer un grave accidente cuando practicaba esquí en los Alpes franceses, al caer y golpearse el cráneo contra una roca.

Schumacher llevaba puesto el casco de protección y se considera que, de no haber sido así, probablemente habría muerto, dada la violencia del choque. EFE