Se confirmaron las sospechas de aquellos que no confían en la vacunación infantil. Un reciente y amplio estudio corroboró de manera indiscutible investigaciones científicas independientes realizadas con anterioridad, las cuales comparan a los niños no vacunados con los niños vacunados.
Todos los hallazgos y pruebas certificadas evidencian que los niños vacunados tienen de dos a cinco veces más enfermedades, padecimientos y alergias, que los niños no vacunados.
Originalmente, el estudio (aún en curso), comparó a los niños no vacunados con los que si lo fueron y cuyo historial médico fue expuesto por una encuesta de Salud Nacional Alemana dirigida por KiGGS. Las cifras se obtuvieron por contraposición y los niños-adolescentes dentro del balance gubernamental ascienden a 17.000. siendo el rango de edad hasta los 19 años.
La investigación continúa en América
Sin embargo, la relación entre Estados Unidos y el estudio de Bachmair puede verificarse en el sitio web VaccineInjury.info que añadió un enlace para que más padres de niños vacunados participen en la encuesta. Hasta ahora, la investigación reúne a más de 11.000 encuestados, y aunque la mayoría de los participantes pertenecen a EE.UU. otros estudios han corroborado la misma información en comunidades foráneas.
Desinformación masiva
Pese los resultados similares y la constatación científica, esta revelación no fue tomada en cuenta por los medios de comunicación masivos MSM (mainstream media en inglés). Ninguno de estos estudios fue financiado por los CDC (Centers for Disease Control and Prevention), ni por la Organización Mundial de la Salud, ni tampoco por ninguna organización nacional (EE.UU.) ni internacional de Salud o agencias profesionales de cuidados médicos (https://healthimpactnews.com).
Las entidades estrechamente relacionadas a la industria farmacéutica operan con ánimos de lucro y no quieren, bajo ninguna circunstancia, comparar la salud de los niños no vacunados con la de los vacunados, ni tampoco estudiar el caso de manera objetiva, por el riesgo de perder su «caballo de batalla» comercial, la «vacunamanía» (manía por la vacunación).
En este marco cabe señalar que el enfoque de la mayoría de los estudios apunta, principalmente, a las enfermedades infantiles que se producen mientras los pacientes maduran.
Una vacuna dañina en etapa de crecimiento, y sus efectos adversos, representan clientes de por vida para los laboratorios y sus nuevos fármacos pero además, responden a políticas de despoblación.
Un diseño para obstaculizar la verdad
Es preciso recordar que solo el 5%, o menos, de las lesiones dramáticas, debilitantes o mortales, producto de las inoculaciones, son reportadas al VAERS (Vaccine Adverse Injury Reporting System) por las siguientes razones:
-Es un sistema complicado que requiere tiempo incluso para los médicos. * La mayoría de los padres no saben que el VAERS existe.
-Por lo general, sólo se toman en consideración reacciones adversas que ocurren inmediatamente después de la vacunación.
-Aunque el VAERS es voluntario, la mayoría de los doctores no quieren auto-incriminarse por daños relacionados a una vacuna que ellos mismos recomendaron, y prefieren la postura amoral de negar una relación entre los efectos secundarios y las vacunas.
En consecuencia, incluso las más adversas reacciones adversas pasan desapercibidas, mientras los efectos secundarios producidos por las vacunas ni siquiera se consideran.
Diferentes encuestas
Las enfermedades infantiles usualmente listadas en encuestas independientes incluyen: Asma, Amigdalitis Recurrente, Bronquitis Crónica, Sinusitis, alergias, eczemas, infecciones del oído, Diabetes, trastornos del sueño, Enuresis Nocturna, Dislexia, Migraña, hiperactividad, TDA, Epilepsia, depresión, desarrollo más lento en el aprendizaje del lenguaje, trastornos de habilidades motoras.
En 1992, un grupo Neozelandés llamado Sociedad de Concientización sobre la Inmunización (NIC o IAS en ingles) encuestó a 245 familias con un total de 495 niños. Los niños fueron divididos en 226 vacunados y 269 no vacunados.
Ochenta y un familias tenían tanto niños vacunados como no vacunados. La diferencia fue dramática, mostrando una incidencia mucho menor de enfermedades comunes infantiles en niños no vacunados – Estudio.
En otra encuesta realizada en la Isla Sur de Nueva Zelanda, ciudad de Christchurch, llevada a cabo entre niños nacidos durante o después de 1977, ninguno de los niños no vacunados tuvo eventos de asma mientras que casi el 25% de los niños vacunados fueron tratados por asma a la edad de 10 años.
Muchos comentarios de padres preocupados en la encuesta, aún vigente, de Bachmair, en VaccineInjury.info, mencionan el peligro de la vacunación y su influencia negativa en el desarrollo inmunitario natural (https://www.vaccineinjury.info).
Una inmunóloga doctorada que escribió el libro «La ilusión de la Vacuna» (Vaccine Illusion), la Dra. Tetyana Obukhanych, fue contra del dogma de su formación médica y su trasfondo, afirmando que la inmunidad real a cualquier enfermedad no es conferida por las vacunas, sino por la exposición o no a la enfermedad (Informe).
Quizás la encuesta más informal, también vigente, es la llevada adelante por Tim O’Shea, DC, autor de:»Vacunación no es Inmunización» (Vaccination is Not Immunization).
Tim simplemente expone e-mails de padres que no vacunaron a sus hijos y que los comparan con los niños de sus amigos y otras familias que si lo hicieron. Hay más información disponible en su sitio web (https://www.thedoctorwithin.com).
Fuente: Laverdadoculta.com.ar