Santo Domingo. La República Dominicana, líder en el Caribe en crecimiento anual de turistas, sigue apostado por esta actividad como principal fuente de ingresos, mientras continúa a la caza del mercado internacional, en especial, el europeo, que en 2013 experimentó una ligera mejoría tras la baja el año anterior.

Grand Paradise Samana



Si bien el flujo de turistas al Caribe ha presentado cierta ralentización debido a la crisis europea, la República Dominicana sigue consolidándose como destino de primer orden.

Y así lo demuestran las cifras del año pasado, las cuales no pueden ser más halagüeñas para una economía cuya principal fuente de ingresos es, precisamente, el turismo.



En 2013 el concepto de ingresos por turismo aumentó 7,5 por ciento, logrando sobrepasar, por primera vez, los 5.000 millones de dólares, un incremento de 353,5 millones de dólares respecto a 2012.

De acuerdo con datos recientes del Banco Central (BC, emisor), la importante recuperación estuvo marcada por el dinamismo que sigue experimentado el flujo turístico en la región este del país, donde se sitúa la paradisiaca Punta Cana o la exclusiva Casa de Campo.

La República Dominicana recibió el año pasado 4.064.754 turistas no residentes, lo que representa 141.061 más que en 2012, de acuerdo con el BC, que cifró en 1.098.928 los visitantes residentes.

Esto es equivalente, en términos porcentuales, a un crecimiento del 2,3 por ciento, según las cifras.

Norteamérica mantiene la mayor participación (55,8 por ciento) como mercado emisor, según el BC, que el año pasado registró un aumento de 139.369 turistas procedentes de esa zona, a los que siguieron los de América del Sur con 21.620, los cuales compensaron las disminuciones de 6.738 de América Central y el Caribe y de 13.320 de Europa que, sin embargo, continúa mostrando una ligera mejoría.

Las autoridades de la isla atribuyen esta estabilidad en el sector a la variada oferta y a la mejora de las infraestructuras, que incluye nuevas carreteras, pero también modernos y exclusivos complejos hoteleros, que operan bajo el régimen de todo incluido.

Recientemente el presidente del país, Danilo Medina, inauguró la carretera San Pedro de Macorís-La Romana (sureste), una obra de gran importancia para el desplazamiento de los turistas porque une a La Romana -uno de los destinos turísticos más populares- con la capital en tan solo 50 minutos y con Punta Cana (este) -otro de los lugares que más visitan los extranjeros- en 40.

Paralelo a los planes de mejoría de las infraestructuras viales, las autoridades locales siguen a la caza de mercados emergentes como el suramericano o el ruso, sin olvidar el europeo, segundo emisor de turistas a la República Dominicana.

Pero también han puesto los ojos en destinos tan lejanos como el chino, al tiempo que se han lanzado a la búsqueda de nuevas rutas aéreas para dinamizar el destino, que se promociona por el mundo como el país que «Lo tiene todo», lo que incluye sol, gastronomía, cultura y, por supuesto, sus atractivas playas.

Durante su reciente participación en la trigésimo cuarta edición de la Feria Internacional de Turismo Fitur, inaugurada por los Príncipes de Asturias, el pasado 22 de enero en Madrid, el ministro dominicano de Turismo, Francisco Javier García, anunció nuevos vuelos desde Alemania, España y Francia y Polonia, que conectará a esas naciones europeas con los enclaves turísticos de La Romana y Punta Cana (este) o la norteña Puerto Plata.

Allí también mostró su confianza de que «más temprano que tarde» Iberia, que en 2013 canceló la ruta Madrid-Santo Domingo, vuelva a tocar suelo dominicano.

Pese a todas las bondades turísticas que exhiben la nación, esta parece estar, de momento, lejos de alcanzar la meta de diez millones de turistas anuales que se ha propuesto el gobernante del país, Danilo Medina, conquistar a partir de 2016, justo el año que concluirá su mandato de cuatro años. EFE