El aprovechamiento de las propiedades nutritivas del tomate, jitomate o tomatera, un alimento básico en la cocina parece cobrar una nueva dimensión. Ahora, estaría por llegar al mercado una variedad color morado creada mediante ingeniería genética para combatir el cáncer por 300 científicos de 10 países, coordinados por el centro de investigación John Innes, de Norwich, Reino Unido.

Tomate morado



A las distintas investigaciones orientadas a valorar los beneficios del licopeno (compuesto asociado a la prevención del cáncer de próstata y de enfermedades del corazón) almacenado en la cáscara del tomate, ahora se suma la presencia de antocianina, un flavonoide de efecto antioxidante que, según muchos estudios, ejerce una acción quimiopreventiva frente al cáncer.

Los tomates morados son parte de una nueva generación de plantas transgénicas que tiene como objetivo ofrecer beneficios para la salud similares a los que ofrecen otras frutas, como los arándanos y que normalmente no son parte común de la dieta. Para ello, los investigadores tomaron dos genes implicados en la coloración de la flor conocida como boca de dragón o dragonarias y los introdujeron en los de la tomatera.



De acuerdo con los investigadores, los genes de la boca de dragón incorporados en las semillas activan a otros genes que permanecían dormidos en el tomate, esta modificación genética desencadena un proceso dentro de la planta de tomate que permite que se desarrolle la antocianina, lo que le daría las propiedades antinflamatorias y ayudaría a la prevención del cáncer.

Además, las pruebas realizadas por los científicos revelaron que tras su cosecha, los tomates morados tardan hasta 48 días en echarse a perder, contra las tres semanas del tomate convencional.

Propiedades anticancerígenas

Para demostrar las propiedades anticancerígenas de estos tomates los investigadores experimentaron en un grupo de ratones a los que les fue silenciado el gen p53. Este gen es conocido como “guardián del genoma” y está relacionado con el proceso de la carciogénesis. Cuando este gen no funciona (como cuando se silencia) se desarrollan diversos tipos de cáncer, en especial linfomas, y se muere a una edad temprana.

Los ratones fueron divididos en tres grupos en función de su dieta. A un primer grupo se les dio una dieta normal, al segundo grupo se les enriqueció la dieta con un 10% de tomates rojos secos y al tercero con un 10% de tomates morados secos.

Los resultados publicados publicado en la revista Nature Biotechnology mostraron que no había diferencias estadísticas significativas entre los dos primeros grupos, sin embargo, en el tercer grupo, los ratones vivieron en promedio 182 días en lugar de 142 que vivieron en promedio los de los otros dos grupos.
Restricciones transgénicos

Aunque la invención es británica, las restricciones europeas al cultivo de transgénicos forzaron el traslado de los primeros cultivos experimentales a la región de Ontario, en Canadá en donde se están produciendo tomates morados para generar unos 2,000 litros de jugo.

Por el momento los científicos tienen contemplado realizar pruebas clínicas en pacientes en el Hospital de la Universidad de Norwich, ofreciendo jugo de tomate morado y los médicos evalúen si realmente este fruto ayuda a mejorar la salud de sus pacientes. Los tomates estarán disponibles para su consumo en aproximadamente dos años, tiempo que toma para que las autoridades le den el visto bueno.

Fuente Holadoctor.com