Hay quienes mueren por amor y otros que, literalmente, mueren por sexo. Un equipo de científicos australianos descubrió una nueva especie de marsupial, parecida a un ratón, que tras copular de manera frenética, con sesiones de hasta 14 horas seguidas, pierde la vida.
La especie, de pelaje anaranjado, es conocida como Antechinus de cola negra, y los machos no alcanzan a vivir un año por su “adicción” al sexo. “Cuando tienen once meses todos mueren”, asegura Andrew Baker, doctor de la Universidad de Tecnología de Queensland. “Es un acto sexual frenético, no hay cortejo, los machos simplemente sujetan a las hembras y ambos se aparean de forma promiscua”, agregó.
El periodo de apareamiento dura tan solo unas semanas, y se produce en los meses de otoño e invierno austral. Después, los machos mueren por “estrés sexual”. Según los investigadores, la tensión a la que están sometidos para conseguir que su material genético pase a la nuevas generaciones provoca infecciones, hemorragias internas, una desintegración de los tejidos del cuerpo y, finalmente, la muerte.
Además, su sistema inmunológico también se debilita debido a que no se alimentan durante todo ese período. “Es un poco angustioso verlos morir”, explicó la bióloga Diana Fisher. “Su piel se cae, parecen muy enfermos y se tambalean y los que sobreviven a este acontecimiento después son estériles”.
Fuente: https://lahora.cl