Tiene 38 años, se agrandó cinco veces el pecho y ya puso 25 mil euros para transformarse en una muñeca hinchable humana sin cerebro.

barbie



 

Cuesta creer. Hasta podría decirse que se trata de un suicidio gradual. No es una aventura adolescente: la protagonista tiene 38 años y antes de llegar a la crisis de los cuarenta desea retroceder en el tiempo a pasos gigantes para convertirse en una suerte de muñeca Barbie con carne y hueso.

¿Y qué está haciendo? Se está sometiendo a sesiones de hipnosis para rebajar su nivel de inteligencia. 



También pasó cinco veces por el quirófano para aumentarse los pechos.

Destaca MDZol.com que se ha inyectado botox y se ha rellenado los labios. Y también se pone sprays para broncear su piel.

 

Hay que intentar extraer una explicación lógica y profunda de lo que la californiana Blondie Bennett pretende con su vida:

«Cuando me preguntan por qué quiero ser una Barbie, pienso ¿por qué no querría serlo?…tiene la mejor vida, todo lo que hace es irse de compras y ponerse guapa, no tiene que preocuparse de nada más».

Y confesó que desde chica siempre quiso ser una Barbie.

Pasaron 38 años y aún no cambió de idea.