Santo Domingo. El nivel educativo de las dominicanas no es garantía de más alta y mejor participación en el mercado laboral en términos de tipo de empleo, ocupación en la estructura organizativa, ingresos o seguridad social, a pesar de tener una mayor tasa de integración a la educación media, adulta, técnico-profesional y superior, según reveló hoy un estudio.

ESTUDIANTES



Los datos figuran en el documento ‘Análisis del estado de situación de la educación dominicana 2013, desde una perspectiva de género’ elaborado por el Centro de Estudios de Género del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), a propósito de celebrarse el sábado el Día Internacional de la Mujer.

De acuerdo con el informe, a pesar de que las mujeres han avanzado hacia la paridad con relación a los hombres en el ámbito educativo, las brechas en los niveles de ocupación se mantienen en perjuicio de las mujeres.



Al analizar el sistema de educación superior, las mujeres tienen una mayor tasa de participación en el estudiantado que culmina sus estudios, por lo que en cuanto a la eficiencia de la titulación, la de las mujeres es más alta tanto a nivel público (29 % con relación a 18 % de los hombres), como privado (40 % sobre 30 %).

Sin embargo, un mayor nivel de escolaridad no garantiza que la población económicamente activa femenina (PEA) reciba igual remuneración que los hombres de igual nivel educativo.

A 2011, el ingreso promedio por hora de trabajo de las mujeres representaba el 90% respecto al ingreso percibido por los hombres.

Paradójicamente, esta diferencia se acrecienta en la medida en que aumenta el nivel educativo, ya que el salario por hora de las mujeres sin ningún nivel de instrucción representaba el 88.1% del devengado por los hombres en igual condición, en tanto que las mujeres ocupadas con estudios secundarios y universitarios percibían ingresos por hora equivalentes al 71.7 % y 71.9 % respectivamente del percibido por los hombres, según el informe.

«La igualdad de género es la asignatura pendiente en los esfuerzos del sistema educativo», afirmó la directora del Centro de Estudios de Género de INTEC, Lourdes Contreras.

El documento, que también analiza acciones como el Plan Nacional de Alfabetización «Quisqueya Aprende contigo», la asignación de más presupuesto a Educación y la Reforma Curricular, apela a una nueva pedagogía, plantea la necesidad de avanzar en el carácter laico de la política pública educativa y propone integrar la transversalidad del enfoque de género en la reforma curricular en curso.

«Es un imperativo que no puede ser soslayado», afirmó Contreras, acompañada por la educadoras Desiree Del Rosario y María Cantisano y la economista Consuelo Cruz, del equipo del CEG-INTEC.

Contreras sostuvo que todo proceso de reforma educativa debe trascender hacia la igualdad no solo en equidad en el acceso, la permanencia y la certificación en las aulas, sino hacia el reconocimiento y la valoración del trabajo de las mujeres en todas las esferas.

Eso significa que el trabajo en las aulas contribuya a niños y niñas se sientan y actúen como iguales, dijo.

«Una pedagogía de la igualdad y equidad de género va más allá de los «más»: más acceso, más horas de clases, más docentes, más aulas, más contenidos, más competencias para el trabajo, entre otros. Implica considerar todos los ámbitos del quehacer social, institucional y personal-familiar», indicó Contreras. EFE