La idea de tener un cargador único es una que se le podría haber ocurrido a cualquiera que no tuviese ínfulas de conquistador mongol, pero en vez de sentarse a la mesa y decidir un estándar, cada fabricante fue “a su bola” e ideaba un nuevo cable en las pausas del café. El resultado fue que cada fabricante, y en ocasiones cada modelo de cada fabricante, tenía su propio cargador.
Hasta que llegó la Unión Europea y dijo que ya está bien, por favor. Luego volvió a repetir el “por favor”, por si acaso no lo habían escuchado. A la tercera se dio cuenta de que no tenían interés en escucharla. Y finalmente, ha llegado el año 2014 y Europa está a las puertas de contar con una regulación sobre los conectores de carga en smartphones. Que todo es capaz de que se siga atrasando, ojo, sobre todo cuando tenemos a un bebé grande como Apple llorando porque acaba de incluir un nuevo conector mas bonito y fino, y no tiene ganas de usar el de la plebe el de todos los demás.
En el lado Android, la mayoría de los fabricantes lleva años optando por las diversas variaciones de USB, primero con el mini-USB y luego con el micro-USB, así que no debería afectar mas que a aquellos que hayan estado especialmente vagos o duros de oído. En todo caso, no es que tengan que cambiarlo todo mañana, ya que tendrán hasta el 2017 para que todos los cargadores usen micro-USB, no solo los de smartphones sino también los todos los dispositivos portátiles. Claro, que también pueden simplemente incluir un convertidor en la caja del dispositivo (lo que probablemente haga Apple).
Así que, si eres un ser humano cansado de catalogar cables, esta es una buena noticia para ti. Si eres una multinacional a la que solo le interesan los márgenes de beneficio, pues mala suerte porque tendrás que gastarte unos céntimos después de casi dos décadas poniendo el cable que te diese la gana. Europa en acción, sí señor.
Fuente | Europa
