Cuando se trata de saciar nuestra hambre no pensamos que uno u otro alimento podrían resultar perjudiciales para nuestra salud. He ahí la importancia de tener una dieta y vida saludable.
Uno de los principales órganos que se ven afectados con nuestras “irresponsabilidades” son los riñones, cuya principal función, entre otras, es recoger los productos de desecho de la sangre y eliminarlos mediante la orina.
Si quieres prevenir un mal funcionamiento de estos órganos excretores, te dejamos un listado de los alimentos que no deberías consumir, según un artículo de la revista científica American Journal of Kidney Diseases, citado por Salud180.com.
1.- Alimentos con proteínas: Debes procurar que el consumo de carne, pescado y huevos no sea excesivo, pues su eliminación le generan mucho trabajo a los riñones. De acuerdo a una investigación publicada en el European Journal of Nutrition, su alto consumo incrementa la posibilidad de desarrollar cálculos renales.
2.- Sal: Cuando consumimos mucha sal los riñones retienen más agua para eliminarla, sumado a que aumenta la presión arterial, lo que según una investigación de la Escuela de Salud Pública de Harvard “puede dañar las nefronas de los riñones”, responsables de la filtración de las toxinas.
3.- Bebidas gaseosas: Su excesivo consumo está relacionado con la aparición de cálculos renales, según el National Institute of Environmental Health Sciences.
4.- Productos lácteos: Un estudio publicado en el Center for Nutition Studies, determinó que su consumo “aumenta la salida de calcio en la orina, el cual favorece el desarrollo de piedras en el riñón”.
5.- Cafeína: La nutrióloga del Instituto de Nutrición y Salud Kellogg’s, Carmen Haro, asegura que también debemos controlar su consumo, ya que al igual que los otros alimentos incrementa la formación de piedras.
Pero no sólo algunos alimentos son nocivos para nuestros riñones, sino también algunas acciones:
Sedentarismo: La nutrióloga Haro destaca la importancia de llevar a cabo una actividad física de 30 minutos diarios, 3 o 4 veces por semana. Cabe destacar que según un estudio de la Universidad de Leicester, la actividad física reduce las posibilidades de padecer
enfermedad renal crónica.
No consumir agua: El consumo de agua es uno de los mejores aliados en el cuidado de los riñones. Esto, pues contribuye a la eliminación más rápida de los residuos de nuestro organismo. Como es sabido, se recomienda tomar dos litros de agua al día.
Fumar: Es de público conocimiento que fumar no es saludable, al contrario, aumenta las probabilidades de presentar hipertensión o diabetes.
Recuerda que además de controlar el consumo de estos alimentos y llevar prácticas más saludables, es recomendable realizarse exámenes de manera periódica para saber cómo están funcionando tus riñones.