Con tan sólo 12 años, Anthony «Romeo» Santos se pasaba horas encerrado en un cuarto de una humilde casa del barrio de Bronx en Nueva York donde vivía con sus padres y su hermana. Cuando no practicaba con el coro de la iglesia, componía canciones con el sueño de alguna vez poder grabarlas y ser cantante.
El sueño se hizo realidad, y hoy Romeo Santos es el cantante de bachata más reconocido a nivel mundial, vive en una mansión en Yorktown y tiene su propia sala de cine y estudio de grabación de última generación.
Hijo de un albañil dominicano y una ama de casa puertorriqueña, el cantautor estadounidense que hizo trascender la bachata cuando lideró el grupo «Aventura» para luego lanzarse como solista, el próximo mes visitará Argentina y hará cinco GEBA.
En el auge de su carrera, Romeo se siente en plenitud y dio a conocer detalles de su conmovedora historia de vida, que además de una difícil infancia con padres separados, lleva consigo un error que aún no se perdona: haber negado a su hijo los primeros dos años de vida del niño.
A los 19 años, quien por ese entonces era su novia quedó embarazada y nació Alex Damián, que hoy tiene 13 años: «No fue planeado y me impactó tanto que huí como un cobarde. Sentía que era un niño teniendo otro niño y me alejé. Fui poco hombre, lo confieso, no quería reconocer que tenía un hijo y me avergüenzo de eso, porque en el medio había una criatura inocente que no tenía la culpa de lo que había sucedido y con la que yo no cumplí», explicó Romeo.
«Es una situación que hoy todavía me avergüenza, y pese a luego haberlo reconocido los primeros años no fui un padre presente. Siempre le di demasiada importancia a mi carrera artística. Hoy nosé si soy el mejor papá, pero sí estoy intentando serlo«, le dijo el cantante de sangre latina que conquistó con su voz y se convirtió en una estrella de la música.
Fuente: https://www.ratingcero.com