Aldo Peguero 
Un estudio publicado en Psychology and Aging estableció que alrededor de los 70 años los hombres comienzan a ponerse más malhumorados.
Según los investigadores, a partir de los 50 los hombres comienzan a tener menos obstáculos y preocupaciones en la vida, además de estar más preparados para hacer frente a la adversidad. Sin embargo, a eso de los 70 existe una especie de “punto gruñón” en que esta situación comienza a decaer.
Para llegar a estas conclusiones se analizó a 1.315 hombres, en su mayoría veteranos militares cuyas edades fluctuaban entre los 53 y 80 años. De ellos, un 80% dijo que a los 50 años la vida se le hizo más fácil, mientras que el 20% dijo que fueron más felices después de jubilarse.
No obstante, ambos grupos coincidieron en que los buenos sentimientos acerca de la vida comenzaron a declinar a los 70 años por múltiples razones, tales como problemas de salud, alteraciones cognitivas y pérdida de sus seres queridos.
“Algunas personas mayores continúan encontrando fuentes de felicidad hacia el final de su vida, a pesar de hacer frente a las pérdidas familiares, el deterioro de la salud, o la falta de recursos”, señaló Carolyn Aldwyn, profesora de gerontología de la Universidad Estatal de Oregón y principal autora del estudio.
En vista de lo anterior, Carolyn dijo a la organización de medios NPR que es más difícil para los pacientes con Alzheimer, porque suelen tener cambios de personalidad como irritabilidad u hostilidad.
El mal humor también puede ser visto como un aumento de los niveles de estrés, señala la especialista, pero afirma que “en términos de nuestro estudio, no estoy segura de que haya una correlación directa entre las evaluaciones de estrés y mal humor, (pese a que) si bien es cierto el estrés a menudo hace que la gente se ponga irritable”.
Eso sí, Carolyn reconoce que el mal humor no siempre es malo. “Por lo menos un estudio encontró que los hombres mayores que estaban de mal humor en hogares de ancianos, vivían un poco más”, señaló y argumentó que esto correspondería a que quizás estas personas expresan su descontento con su situación actual y “tal vez consigan más atención y un mejor servicio que los individuos que sufren en silencio”.
Amaury Mo 
José Rafael Sosa 
