Ian McLean casi muere asfixiado por una enorme pitón, después de que intentara recibir un masaje de esta última para solucionar su dolor de brazo.
Esto ocurrió cuando el hombre originario de Helensburgh, Reino Unido, se sometió a una terapia nativa de Filipinas.
De acuerdo con Daily Mail, Ian acudió a uno de los zoológicos de dicho país asiático para liberarse de su malestar, sin imaginar lo peligroso que podía resultar.
Por fortuna, los encargados de la pitón lograron quitarla a tiempo para evitar que esta última lo asfixiara.
«Fue una situación extraña y muy incómoda, casi no podía respirar pero increíblemente, mi dolor de brazo desapareció», explicó.
Además admitió que no volvería a hacer algo similar, pero no niega que es una peligrosa y efectiva técnica de masajes.
Traducción de El Gráfico