Santo Domingo. La Alianza Dominicana Contra la Corrupción (Adocco) advirtió hoy de que el expresidente salvadoreño acusado de corrupción, Francisco Flores, «podría estar en territorio dominicano», informó la entidad en un comunicado.
Flores, de 54 años y en paradero desconocido desde enero pasado, figura desde este viernes en la lista de personas más buscadas en el mundo por la Policía Internacional (Interpol), que ya incluyó su perfil y presuntos delitos en su sitio web.
Adocco lanzó la advertencia a las autoridades de seguridad del Estado dominicano ante informaciones servidas por «fuentes confiables salvadoreñas», que según explicó la entidad dicen tener conocimiento de que Francisco Flores, habría viajado a Panamá, desde donde se movilizó a la República Dominicana, específicamente a una zona turística, «donde tendría inversiones inmobiliarias».
La entidad contra la corrupción señaló que Flores «habría optado por venir a el Caribe,tras ser declarado prófugo de la justicia de su país», y ante la orden de captura del Juzgado Primero de Paz de San Salvador, emitida el pasado día 6 de mayo, con el embargo de cuentas bancarias y bienes bloqueados en enero por la Fiscalía.
El ex presidente que gobernó a El Salvador en el periodo 1999-2004, fue acusado por la Fiscalía de malversación de fondos públicos y enriquecimiento ilícito, por un total de 15 millones de dólares que habría recibido de ayuda de Taiwán, y por desobediencia al no comparecer nuevamente el pasado 30 de enero ante la comisión investigadora de la Asamblea Legislativa que indaga su caso.
Francisco Flores admitió en su primera comparecencia ante la comisión, que durante su Gobierno recibió ayuda millonaria, directa y personal de su entonces homólogo de Taiwán, Chen Shui-bian, quien guarda prisión en su país desde el año 2009, acusado de la comisión de «actos de corrupción», expresó Adocco.
Según contó la entidad, entonces el exgobernante sostuvo que, aunque esos fondos no fueron «para ninguna cuenta pública», los entregó para actividades y obras de su Gobierno, como la reconstrucción tras los terremotos de 2001. EFE