Que “el dinero no da la felicidad, pero ayuda”, es un mantra que repetimos con el anhelo de que un Euromillones o una Primitiva nos ayude a corroborar nuestro feeling. Muchos pensamos en ese montón de dinero como el pasaporte a una vida más fácil, de caprichos y, por qué no decirlo, desenfreno. Sin embargo, esto no siempre es así. De hecho, según un estudio realizado por Lovehoney, una empresa británica de juguetes sexuales, las personas con los ingresos más altos tienen menos relaciones sexuales.
El estudio se basa en una encuesta realizada a 1.600 personas en el Reino Unido en la que se distinguían tres grupos, los que tienen unos ingresos bajos (menos de 15.000 libras esterlinas), medios (entre 15.000 y 50.000) y altos (por encima de 50.000). Dicha encuesta arrojó datos bastante llamativos. Por ejemplo, sólo el 4% de las personas con ingresos más altos tienen relaciones sexuales a diario, un porcentaje pobre, que se multiplica por tres en el caso de los empleados peor remunerados. Claro que yo creo que esto tiene una explicación que también tiene que ver con la edad, ya que, normalmente, los jóvenes son los más prolíficos en temas sexuales… y los que tienen los salarios más bajos. Al menos eso pienso.
Además, un tercio de las personas con salarios más altos encuestadas confiesan que sólo se dan un revolcón una vez a la semana, mientras que sólo el 17% de las personas que ingresan menos de 15.000 libras lo hacen solamente una vez por semana. Además, los más acaudalados también pierden con los que tienen ingresos medios en volumen de sexo semanal. El 44% de los ‘ricos’ se desfogan varias veces a la semana, mientras que en el caso de la clase media, el porcentaje de los que tienen varias relaciones a la semana asciende hasta el 54%.
En cuanto al valor que dan a las relaciones sexuales, el 20% de las personas con menos ingresos puntúan con un 10/10 a la importancia de tener sexo con cierta frecuencia, mientras que sólo el 10% de los que ingresan más de 50.000 libras otorgan la máxima puntuación a la importancia del sexo en su vida, informa blogs.20minutos.es, en su portal.
Aunque pierden en cantidad, los bolsillos más pudientes ganan en improvisación e imaginación. Y confieso que es un dato que me turba un poco. Daba por supuesto que las personas con menos ingresos eran las que se las ingeniaban como podían para tener relaciones allá donde fuera menester. Sin embargo, son los forrados los que más veces han tenido encuentros sexuales al aire libre (83%). Claro, supongo que dentro de un Porsche Cayenne y no dentro de un pequeño Citroën Saxo con 250.000 kilómetros… ¡Así cualquiera! En cuanto a los re-contra-sobrevalorados tríos, un 45% de los que tienen ingresos superiores a 50.000 libras han propuesto una aventura a tres bandas, mucho más que el apenas 19% de los que tienen ingresos inferiores a 15.000 libras.
Así, según estos datos, podemos extraer varias conclusiones poco reflexionadas y a vuelapluma:
1. Los que tienen más pasta ocupan demasiado tiempo en ganar dinero y poco en atender a sus necesidades sexuales.
2. Los que ganan menos dinero se consuelan intentando tener sexo a diario. ¡Y en algunos casos lo tienen! ¡Cuánta envidia!
3. La gente con ingresos más bajos valora más el sexo que la gente forrada.
4. La inmensa mayoría de las personas que pertenecen a las clases pudientes, no tienen reparos a darse un revolcón en la calle.
5. Además, prácticamente la mitad de ellos sueñan con darse un revolcón con otras dos personas. Como si no les sobrara la mitad con una…