Tener un de causa malestar, al pensar en «abrir la billetera» y reparar el error. Pero chocar un carro ajeno es aún peor, aún peor si ese tiene un valor de casi los 400 mil dólares.
Es lo que le pasó a un valet de Mónaco, a quien su curiosidad por oír el rugido del motor de un Lamborghini Aventador le costó muy caro, ya que al momento de revolucionar el ajeno y costoso auto, éste todavía la marcha y se fue a estampar contra una camioneta.