Familiares y allegados del sindicado sicario Serumberto Reynoso Mota (Vantroi) negaron ayer que su muerte se produjera durante un intercambio de disparos con la policía, si no que fue “una ejecución”.

Vantroi



“Si Vantroi tuviera en lo que estaba antes, esto fuera candela porque él manejaba fusiles y los grupos de él tenían fusiles, todos, y él se quitó de todos”, refirió con tono agresivo un residente del barrio Guachupita, minutos antes de que el cadáver del señalado delincuente, fuera sepultado en el cementerio Cristo Salvador.

Lenin Solano, abogado de Vantroi, quien tenía dos años solicitando su cédula de identidad a la Junta Central y Electoral “porque quería ser un buen ciudadano”, informó que hace un tiempo alguien le había ofrecido dinero a su defendido por sus servicios de sicario. “Yo tengo información de una persona, que cuando Vantroi salió de la cárcel le ofreció hasta un millón de pesos para que trabajara para él y se lo rechazó”, refirió tras asegurar que su cliente no iba a asesinar por encargo a ninguna persona como informó la Policía Nacional.



Indicó que la persona que, hace un tiempo, le hizo la propuesta es un domínico-estadounidense, cuya identidad no reveló. Solano negó que se produjese un intercambio de disparos entre Vantroi, a quien se le atribuían 36 asesinatos, y una patrulla policial, ya que, según refirió, de los diez disparos que le hicieron, ocho fueron en el pecho y refirió que en el caso podrían estar implicadas manos enemigas.

Mientras que Virgilio Almánzar, presidente del Comité Dominicano de los Derechos Humanos, pidió a la Procuraduría General de la República que investigue el caso, ya que a su entender este fue ejecutado. “Para mí, una persona que manejaba las armas como la manejaba Vantroi, no era verdad que se iba a dejar agarrar preso y dejarse ejecutar así”, expresó.

El sepelio de Vantroi, quien se mudó de Guachupita a Boca Chica, fue franqueado por agentes de las unidades Lince, Topos, y Swat de la Policía, desde el Club Los Gladiadores, donde velaron sus restos hasta el cementerio Cristo Salvador.

Fuente El Caribe