Por Mina Azodi (para Cosmopolitan)
Según las últimas investigaciones científicas, el contacto físico es una de las claves de un vínculo feliz. «Los seres humanos Scomenzamos a comunicarnos sin palabras, mediante gestos, toques y miradas. Y aun de adultos, el lenguaje no verbal sigue jugando un rol central en todas las relaciones. Esta relevancia es mayor en el vínculo de pareja» , afirma la psicoanalista Mónica Cruppi, de la Asociación Psicoanalítica Argentina.
Un estudio reciente reveló que a través del tacto se pueden expresar amor, felicidad y respeto. Eso no es todo: una investigación realizada en Suecia mostró cómo el masaje y las caricias activan el área emocional del cerebro. Conclusión: estimular a tu hombre en zonas puntuales le hace sentirse mucho más unido a vos. Conocé todo lo que podés hacer para afianzar el vínculo entre los dos, sin necesidad de pronunciar una palabra.
SI ÉL ESTÁ ESTRESADO… Sostené el lóbulo de su oreja con tus dedos pulgar e índice, y masajealo en forma circular. Con este toque lográs que él se relaje. En las orejas hay terminaciones nerviosas que conectan directamente con el cerebro. «La medicina china sostiene que el pabellón auricular es un ´cuerpo en miniatura´: cada punto de la oreja se relaciona con uno del organismo. Al estimular la zona lobular se provoca un estado de relax profundo y prolongado», explica la kinesióloga Sandra Itzik (www. sacatelaarmadura.com.ar). Probá distintos movimientos y presiones, hasta dar con la caricia adecuada. Combinala con otras, como unos mimos suaves en la parte superior de la oreja. Un dato clave: el estudio sueco descubrió que las caricias que mejor funcionan son las lentas, no las rápidas. Si querés impactarlo, mientras hacés esta movida susurrale al oído algo romántico, como «Me encanta estar con vos». Las ondas del sonido generan pequeñas vibraciones en las minúsculas pilosidades del interior de su oreja, lo que resulta superestimulante. Además, tu aliento intensifica aun más el efecto de la caricia.
PARA HACERLE SABER QUE LO AMÁS… Pasale tus dedos por el pelo. En el reino animal, este gesto es conocido como «de acicalado». Los primates lo usan para expresar afecto hacia la pareja o la cría. «Ellos se espulgan y limpian mutuamente, como modo de fortalecer las relaciones», explica Cruppi. Los humanos tenemos el mismo instinto primitivo. Entonces, cuando vos pasás tus dedos por el pelo de tu hombre, automáticamente él interpreta ese gesto como el equivalente no verbal de un «Te quiero». Este movimiento es mucho más poderoso cuando simultáneamente sumás otro gesto de acicalado: podés sacar una pelusa de su suéter o alisar con tu mano una arruga de su camisa, por ejemplo. «Le va a llegar de manera mucho más efectiva porque él estará recibiendo el mismo mensaje amoroso en diferentes áreas de su cuerpo», sostiene el doctor Dobransky. Esta maniobra es clave para fortalecer tu relación. Ya sabemos que los hombres son reacios a hablar (y a escuchar) acerca de los sentimientos. A ellos les resulta mucho más fácil decodificar las acciones que las palabras. Tus dedos rastrillando su pelo le transmiten un mensaje claro: va a saber lo que sentís por él.
CUANDO ÉL ESTÁ MOLESTO POR ALGO… Masajeá suavemente su músculo trapecio (el área entre el cuello y los hombros). En los momentos de conflicto, podés notar a simple vista cómo se tensa su trapecio. Sucede que los varones suelen acumular más tensión que las mujeres en esa zona. «Ahí se depositan nuestros enojos y pesares. Usualmente, la tensión se acumula a lo largo del tiempo», asegura Itzik. Acariciar ese punto puede impedir que su malhumor siga en aumento. Los estados nerviosos son avenidas de doble mano: así como el malhumor tensa sus trapecios, una caricia que los relaje podrá serenar su mente. Además, este contacto físico le recuerda que vos cuidás su espalda (literalmente). ¿Te diste cuenta de que muchos entrenadores (de boxeo o de fúltbol, por ejemplo) suelen apretarle esa zona al jugador que sube al ring o que sale a la cancha? Cuando imitás este gesto deportivo, tu chico entiende que ustedes dos son un equipo. Si tu novio está furioso con vos, deberías hacer este movimiento desde atrás: acercá tu torso a su espalda y masajealo desde allí. «Ubicarte frente a él, cara a cara, instintivamente podría ser interpretado como un movimiento agresivo», asegura Dobransky.
Fuente: https://www.elintransigente.com