Tener un hábito nervioso en muchas ocasiones llega a ser más molesto para quienes te rodean que para ti mismo. Y aunque parezcan inofensivos, morderse las uñas o tocarse constantemente el cabello puede conllevar más riesgos para tu salud de lo que estás dispuesto a imaginar. Descubre por qué.
1. Morderse las uñas
Una cosa es que te muerdas las uñas en medio de una película de suspenso y otra es que esto se convierta en un hábito regular que pueda dañar tanto las uñas como la piel que se encuentra alrededor de ellas, así lo considera el Dr. Michael Shapiro, un dermatólogo de Nueva York.
Vehículo de gérmenes
De acuerdo con Shapiro, uno de los mayores problemas que representa para la salud el cometer esta conducta es que, “las bacterias que están debajo de las uñas también pueden ser transferidas a la boca, causando infecciones de las encías y la garganta”. Usar barniz para uñas puede ser una solución para romper este hábito.
2. Jalarse el cabello
Quizás mucho no lo noten, pero frente a una situación de estrés, suelen jalarse el cabello en círculos, lo cual puede derivar con el tiempo en daños a la raíz del cuero cabelludo . “Puede resultar en áreas temporales o permanentes de la pérdida de cabello”, explica el Dr. Ariel Ostad, un dermatólogo con sede en Nueva York.
3. Morder lápices y lapiceros
Cuando no es suficiente con las uñas, algunas personas también muerden sus lápices y bolígrafos, lo cual convierte automáticamente a estos objetos en el refugio perfecto de varios patógenos, incluido, el que causa el resfriado, explica Ted Myatt, investigador de la Universidad de Rhode Island.
4. “Romperse” el cuello
Algunas personas suelen liberar la tensión mediante movimientos bruscos del cuello que pueden emular un sonido como el de una explosión. Aunque puede sentirse muy bien, hacer este ejercicio ocasiona problemas en los ligamentos del cuello.
Problemas serios
Además, el cirujano ortopédico Michael Gleiber advierte que si no detienes estos constantes movimientos podría causarte un desgaste en las articulaciones y derivar en artritis con el tiempo. Incluso, en casos muy raros, también podría desencadenar un accidente cerebrovascular.
5. Tocarse la cara
Hacerlo una vez no tiene nada de malo, pero repetir la misma acción una y otra vez, sobre todo, para quitarse el acné, puede dañar la parte superior de las capas microscópicas muy finas de la piel, indica la Dra. Jessica Krant, profesora médica asistente de dermatología en el SUNY Downstate Medical Center de Nueva York.
6. Rechinar los dientes
Tener este hábito podría dejarte un mal sabor de boca después de todo. Y es que cuando están bajo estrés, muchas personas rechinan los dientes, causando que éstos se agrieten o rompan, lo que desencadenará en que visites al dentista para que haga un par de “reparaciones”.
7. Chupar caramelos duros
Al hacer esto lo único que lograrás es que las bacterias se alimenten cada vez más de azúcar, lo que creará un ambiente perfecto para la caries dental. Si tiendes a masticar estos dulces, el riesgo de dañar los dientes es mucho mayor, explica Jack Ringer, de la Academia Americana de Odontología Cosmética.
8. Cuidado con los labios
Ya sea por estrés o por ansiedad, muchas personas tienen la costumbre de chupar y morderse sus labios. Aunque parezca algo completamente inofensivo, al hacer esto provocarás que las enzimas digestivas de tu boca mastiquen tu piel y puedan causar dermatitis o queilitis que hacen que los labios parezcan secos y agrietados.
9. Mascar chicle
Si gustas de hacer bombas con la goma de mascar cuando los nervios están a flor de piel, entonces ten mucho cuidado, pues mascar con frecuencia chicles puede derivar en los trastornos de la articulación temporomandibular por el uso excesivo de los músculos de la mandíbula.
Problemas estomacales
Mascar chicle sin azúcar también significa un conjunto de enfermedades digestivas. En tanto, el sorbitol, un edulcorante artificial presente en la goma puede producir un efecto laxante al consumirse en exceso y la ingestión de aire al mascar aumenta el riesgo de un estómago gaseoso, explica el Instituto Nacional de Enfermedades Digestivas.
10. Roer la mejilla
Al igual que morderse los labios, hurgar con los dientes y lengua en el interior de la mejilla puede causar serios problemas, como una inflamación crónica de ésta, posible sangrado y cicatrización de la zona, explica Ringer.
¿Qué hacer?
Por suerte, para cada problema hay una solución y si hablamos de situaciones ligadas al estrés y ansiedad, existen terapias enfocadas en evitar estas conductas, sus posibles consecuencias y lograr la relajación. Desde un masaje, recurrir a la meditación o tomar un descanso puede ayudarte también a desestresarte.
Fuente Holadoctor.com