Hogares de luto en República Dominicana ante aumento de suicidios durante la niñez

Por: Anny Duarte

La niñez es calificada por muchos como la etapa más linda en la vida de un ser humano, donde no existe lugar para las preocupaciones ni problemas y el único propósito es jugar y ser feliz; sin embargo ¿por qué hay menores que deciden acabar con su existencia?

Sin lugar a dudas, los tiempos han cambiado y la inocencia que antes acompañaba al infante hasta su adolescencia ha desaparecido, convirtiéndolo en víctima de feminicidios, delincuencia, violencia social, doméstica y de la modernidad. No obstante, hay otros que deciden quitarse la vida por aparente simplicidad, como que su chichigua no voló, no recibió su juguete favorito o reprobó algunas materias.

Según las estadísticas, los suicidios en niños y niñas son alarmantes en República Dominicana. En lo que va de año se han registrado 95 casos, de los cuales 18 corresponde a menores de 18 años, situación que preocupa a las autoridades y la sociedad.

Mientras que en el 2010, al menos 30 decidieron provocarse la muerte, entre ellos, 21 varones y 9 hembras; en el 2011, 25 chicos y 9 chicas; en el 2012, la cifra fue de 20, no especifica el sexo y en el primer semestre del 2013 ocurrieron 298 suicidios, no precisa cuántos no eran adultos.

Asimismo, en 2007 se suicidaron 12 niños y 6 niñas menores de 15 años; en 2008, 13 masculinos y 8 femeninos; en 2009, 10 varones y 5 hembras. Los especialistas atribuyen el crecimiento de esta problemática a causa como maltratos de la familia y en la escuela.
La mayoría de estos casos, tanto los del 2010 como los del 2012 se registraron en Santiago y la provincia Santo Domingo. Le siguen las provincias de San Cristóbal, Espaillat y San Pedro de Macorís.

Algunos casos y motivos
El 6 de enero del 2014, día de los Santos Reyes, sorprendió la noticia de que en Villa Mella, el niño Yeuris Manuel Martínez Domínguez, de 10 años, se ahorcó próximo a su vivienda porque su madre no le regaló el juguete que había pedido. Tres meses después, en Dajabón, José Ángel Alcántara, de 11 años, se mató porque su chichigua no voló.

En tanto que Jhonny Alejandro Cruz de los Santos, de 13 años, se disparó en la cabeza porque su madre lo había reprendido por una mala conducta. Mientras que en Santiago de los Caballeros, el niño Leorniel De León Torrez, de 12 años, se ahorcó porque reprobó tres materias.

Muchos especialistas de la conducta humana consideran que las causas principales que pueden llevar a la población infantil y adolescente a tomar esa terrible decisión es la frustración de una relación amorosa terminada, el fracaso escolar, así como la ausencia de figuras importantes dentro del seno del hogar, como el padre o la madre, que a veces, hacen que éstos se sientan solos y recurran a prácticas suicidas.

Los expertos explican que hay diferencias claras entre un niño, adolescente y un adulto, al tomar la decisión de suicidarse. El psiquiatra César Mella, afirma que la mayoría de intentos de este tipo en niños y adolescentes son impulsivos, mientras que los adultos consideran la decisión de quitarse la vida por meses, e incluso años, antes de consumarla.

Mientras que para la psicóloga María Pérez Mencía, quien aboga por la implementación de una nueva política estatal ante el aumento de los suicidios, entiende que el infantil es una decisión que se presenta como un “acto de rabia ante una dificultad o evento frustrante”.

Otros profesionales de la conducta aclaran que hay diferencias entre un menor de 12 años que intenta suicidarse y uno de más edad, pues “a los 10 años quizás el niño ni siquiera comprende que el concepto de morir es irreversible”.

Es decir, cuando un niño menor de 10 años intenta quitarse la vida, lo hace en parte porque “cree que después de estar muerto se va a despertar y seguir viviendo. Su propósito sería darle una lección a las personas de su entorno”, dice el psiquiatra Mella.

En esto coincide el doctor José Mieses Michel, director de la Unidad de Salud Mental del Ministerio de Salud, quien asegura que el niño puede tener la fantasía de no estar más en el mundo, con la intención de pensar cómo lo extrañarían las otras personas. Los infantes están en un proceso de maduración y su capacidad de diferenciar entre la realidad y la fantasía puede verse afectada por situaciones que se presenten en su casa, a diferencia de un adulto, quien tiene criterios más claros.

En el caso de los adolescentes de más de 12 años, quienes comprenden el concepto irreversible de la muerte, los expertos afirman que la decisión de suicidarse se da como respuesta impulsiva a una situación de conflicto en su entorno familiar o escolar.

¿Cómo prevenir el suicidio?
Tomando en cuenta que este acto no sólo afecta a las personas que lo cometen, sino también a quienes están a su lado, es recomendable saber identificar pensamientos suicidas, ya que el suicidio puede evitarse si se reconocen las señales de advertencia y se toman las acciones adecuadas. Los pasos a continuación son para alguien que ya tiene lo que se llama: “ideas suicidas”. Esto significa que han considerado las acciones para dañarse a sí mismos de alguna manera o para sentir algo diferente a lo que les causa angustia.

Señales de advertencia: Circunstancial: Pérdida reciente de un ser amado (muerte o divorcio); sobreviviente de un atentado suicida anterior; pérdida de prestigio (puede por un trabajo o negocio), enfermedad seria (dolor o agotamiento crónico sin fin).

De comportamiento: Hablar o escribir acerca de la muerte/suicidio, regalar posesiones personales, cambio en comportamiento/humor, malas calificaciones. Llorar mucho, no mostrar expresión cuando normalmente lo harían, expresar impresiones negativas cuando normalmente no lo haría, hablar acerca de sí mismos de una manera negativa o severa.

Emocional: Sentido de fracaso, tristeza agobiante, falta de interés general, sentimiento de desesperación, culpa retraimiento/ aislamiento, sentimientos de ser una carga para otros.

Verbal: cuando en su vocabulario es frecuente frases como: “Ya es demasiado tarde”. “Ya no puedo más”. “No tengo nada por qué seguir viviendo”. “La vida no tiene sentido”. “Es mejor estar muerto”, entre otras.

Fuente Dominicanoshoy.com