La comida no solo sirve para saciar el hambre o engrasar un acto social. También produce felicidad. Más concretamente, alimentos como el atún, las sardinas, el salmón, las nueces y otros, que contiene ácidos grasos omega-3, que tiene un impacto en nuestro estado de ánimo.
Al menos es lo que descubrieron que ocurría en ratas (y tras un mes de dieta rica en omega-3) en un estudio realizado por Wiliam Carlezon y su equipo de Harvard en 2005: tales alimentos funcionaban igual de bien que las drogas antidepresivas. ¿Cuál es la razón de que estos compuestos tengan este impacto positivo?
Según Jennifer Ackerman en su libro Un día en la vida del cuerpo humano:
Una explicación probable de este efecto es el impacto positivo que los compuestos tienen sobre las mitocondrias cerebrales (las centrales eléctricas productoras de energía de todas las células del cuerpo), que al final mejorarán la comunicación entre las neuronas en zonas clave del cerebro. […] Carlezon apoya la investigación precedente mostrando una correlación entre consumo de pescado y menor prevalencia de depresión.
Chocolate
El chocolate también tiene efectos positivos en la salud. Según una investigación de la Universidad de Helsinki, hay una correlación entre la cantidad de chocolate ingerida por mujeres embarazadas y el comportamiento de sus bebés: las que comieron diariamente chocolate tuvieron bebés más activos, más proclives a sonreír y a reír, y menos temerosos.
El chocolate, conocido por sus efectos euforizantes, puede operar sus magia por el mismo método, provocando tal descarga química en el cerebro que uno se siente bien. Un estudio sugirió que comer chocolate podría crear un homor positivo no sólo en la persona que se está dando el gusto, sino también (si está embarazada), en el bebé.
Fuente: xatakaciencia