MÉXICO. ¿Por qué grandes rivales como ESPN y Fox Sports decidieron emitir un programa conjunto durante el Mundial en México? Más allá de la original idea de su patrocinador, esta extraña pareja ejemplifica el enorme poder que deben enfrentar las competidoras de las dos principales televisoras mexicanas.

Fox y Espn



Hablar de una lucha entre David y Goliat sería impreciso pero lo cierto es que, en México, las filiales de los poderosos canales deportivos estadounidenses de Walt Disney (ESPN) y del magnate Rupert Murdoch (Fox Sports) viven en clara desventaja frente a TV Azteca y especialmente Televisa, la mayor cadena de habla hispana y controladora de un 70% de la televisión en abierto.

Los millonarios desembolsos de estas dos televisiones locales para transmitir en exclusiva la Copa del Mundo en México implican que también tengan los derechos de imagen de los juegos y puedan decidir si venden o no hasta un máximo de 90 segundos a otras cadenas, pudiendo vetar su emisión en programas de máxima audiencia.



Esto hace que, muchas veces, el resto de canales de la parrilla mexicana opte por ilustrar los choques mundialistas con fotografías o deban servirse de recursos más creativos para arañar audiencia.

– La competencia fuera de la cancha –

«Tenemos que buscar una forma de competir en circunstancias no tan favorables. Es un magnífico reto porque es como jugar un partido con 10 hombres y salir adelante. Se necesita más calidad para jugar y eso es lo que hacemos», explica a la AFP el emblemático periodista deportivo y actual estrella de Fox Sports México Raúl Orvañanos.

Buscando potenciar la palabra juntando a los mejores analistas futbolísticos -y tratando también de dar mejor rendimiento a las millonarias tarifas publicitarias en el Mundial- es que el consorcio de pinturas Comex sorteó reticencias y egos e impulsó el inédito programa «Comex Masters», que se emite cada noche de forma simultánea por ESPN y Fox Sports encarando a los comentaristas más destacados de estas cadenas rivales.

Con el duelo Orvañanos-José Ramón Fernández (el otro gran periodista deportivo en México) como cabeza de cartel, los ‘talentos’ se enzarzan desde su plató respectivo y con una pantalla dividida en acaloradas discusiones mientras en Televisa y Azteca se repiten vídeos de discutidos penales, la polémica mordida del uruguayo Luis Suárez o las histriónicas celebraciones del técnico mexicano, Miguel ‘Piojo’ Herrera.

– Anuncios millonarios y fichajes galácticos –

«Este proyecto cuesta menos que estar anunciándonos con las televisoras abiertas y los niveles de rating están siendo iguales o mejores», celebra el gerente de mercadotecnia de Comex y padre de «Comex Masters», Israel Santiago, quien asegura que el programa es de los cinco más vistos en su disputada franja horaria.

Los cerca de 4.000 millones de dólares que los expertos estiman que generan los paquetes de publicidad para el Mundial son un suculento pastel para Azteca TV y la gigantesca Televisa y una fuente de ingresos que México temía que se perdiera si el Tricolor no hubiera logrado desesperadamente su boleto mundialista en la repesca.

Con el envío de decenas de reporteros a Brasil y cámaras con ángulos exclusivos en los partidos, la líder de audiencia Televisa cuenta con una alineación galáctica de comentaristas como el exfutbolista brasileño Roberto Carlos, el portugués Luis Figo, el argentino Javier Zanetti o el excapitán español Raúl González, así como de reputados analistas como el británico Michael Robinson.

Sin embargo, la más modesta Azteca está arrebatando telespectadores al gigante televisivo gracias al éxito de su dicharachero equipo de analistas, que tiene al argentino Jorge Valdano como único invitado internacional.

La pegada de sus comentaristas locales hizo que Azteca no escatimara en recursos y decidiera mandarles un mes antes del Mundial a Brasil para grabar la producida telenovela humorística «Caipirinha sunrise», en donde ellos son los protagonistas.

– Buscando límites a la concentración –

«Todos los intentos que ha habido en México para competir en estos mercados que tienen el efecto de un cártel han sido infructuosos. Televisa no tiene tanto dinero como [el magnate de las comunicaciones Carlos] Slim, pero tiene muchísimo más poder político que el hombre más rico del mundo», afirma Aleida Calleja, expresidenta de la privada Asociación Mexicana de Derecho a la Información.

La reforma de telecomunicaciones impulsada por el gobierno mexicano y cuyas normas están discutiéndose actualmente en el Congreso pretende limitar el dominio de grandes compañías como Televisa imponiéndoles una serie de restricciones, como la obligación de que compartan sus infraestructuras con competidores y la prohibición de que adquieran en exclusiva contenidos de máxima audiencia.

Sin embargo, la oposición ya ha denunciado que en la letra pequeña se estarían manteniendo algunos privilegios a la televisora además de que las normas no se prevén retrospectivas y Televisa -que fue infructuosamente contactada por la AFP- ya compró los derechos para transmitir el Mundial hasta el 2022.