Las mujeres que comen muchas hamburguesas, bistecs y otro tipo de carne roja pueden tener un riesgo ligeramente mayor de padecer de cáncer de seno, sugiere un nuevo estudio.
Los médicos han advertido desde hace mucho que la dieta rica en carne roja se vincula a varios tipos de cáncer, como el de colon y páncreas, pero en el caso del cáncer de seno ha habido menos pruebas.
En el nuevo estudio, investigadores de la Universidad de Harvard, EE. UU., estudiaron información de más de 88.000 mujeres de entre 26 y 45 años que respondieron a varias encuestas en 1991. Su ingesta de carne roja variaba de ninguna o menos de una vez al mes, a seis o más porciones diarias.
Los resultados iniciales del estudio se publicaron en el 2006 y mostraron un vínculo preliminar entre comer carne roja y el cáncer de seno después de 12 años. Las nuevas investigaciones confirmaron las conclusiones anteriores con más información de seguimiento, además de analizar otros tipos de cáncer de seno.
Con un modelo estadístico, los expertos estimaron que entre las mujeres que comían más carne había 6,8 casos adicionales de malignidades de seno por cada mil mujeres, en el seguimiento a 20 años. Los investigadores no pudieron eliminar la posibilidad de que otros factores expliquen el aparente vínculo.
En los países desarrollados, las mujeres tienen aproximadamente 12,5 % de probabilidades de desarrollar cáncer de mama.
Los científicos sospechan que las proteínas en la carne roja aceleran la división celular y el crecimiento de tumores. Además, sustancias químicas presentes en las carnes procesadas, como los nitratos, ya se consideran carcinógenos potenciales.
El estudio se realizó fundamentalmente entre mujeres estadounidenses blancas con instrucción académica y los investigadores dijeron que los resultados no se aplican necesariamente a mujeres de otras razas. El estudio fue financiado por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos y los resultados se dieron a conocer el martes en el portal de internet de la publicación británica BMJ.
«Esto subraya la importancia de la dieta sana», dijo Sally Greenbrook, alta funcionaria de la organización caritativa británica Breakthrough Breast Cancer, quien no participó en la investigación.
Greenbrook dijo que las mujeres deben concentrarse en reducir las probabilidades de padecer de cáncer del seno manteniendo un peso adecuado, haciendo ejercicio y beber licor en moderación.
De acuerdo a AP, la experta agregó que todavía no hay pruebas suficientes sobre los peligros de comer carne roja para cambiar las directrices de prevención en vigor.
Otros dijeron que la dieta es algo notoriamente difícil de medir y que el vínculo entre comer carne roja y el cáncer de seno parece ser débil. Valerie Beral, experta en cáncer de la Universidad de Oxford, señaló que las mujeres vegetarianas no tienen un menor riesgo de cáncer de seno que aquellas que comen carne.