NUEVA YORK. El presidente estadounidense, Barack Obama, llamó a los líderes de Ucrania y Malasia el jueves y advirtió contra cualquier desaparición de pruebas en el lugar del siniestro de un avión comercial con 298 personas en el este de Ucrania.
Obama habló con el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, y con el primer ministro de Malasia, Najib Razak, mientras volaba a Nueva York en el avión presidencial Air Force One, en medio de una crisis sobre el derribo del avión Boeing 777 operado por Malaysia Airlines.
Obama y su homólogo ucraniano subrayaron que «todas las pruebas en el lugar del siniestro» deben de mantenerse en el lugar hasta que investigadores internacionales «estén en condiciones de examinar todos los aspectos de esta tragedia».
Durante la llamada telefónica a Poroshenko, el presidente estadounidense señaló la importancia de «asegurar un examen transparente y completo del lugar».
Según responsables estadounidenses el avión de la aerolínea Malasia Airlines fue abatido por un misil tierra-aire cuya procedencia sigue sin esclarecerse. Obama ofreció a las autoridades ucranianas la ayuda «inmediata» de expertos estadounidenses.