El impacto de un asteroide de 10 kilómetros de diámetro en la actual costa de Yucatán, en México, no fue el principal culpable de la extinción de los dinosaurios. Fue el desencadenante final. Si el asteroide hubiera impactado varios millones de años antes o después, los dinosaurios habrían sobrevivido. Es la principal conclusión de un nuevo y extenso estudio que explica nuevas causas de su extinción.
La investigación, llevada a cabo por paleontólogos y científicos de la Universidad de Edimburgo, en Reino Unido, concluye que el momento en el que impactó el asteroide se vivía ya en la Tierra un periodo de gran inestabilidad, con fuerte actividad volcánica y alteraciones en el nivel del mar y las temperaturas. Eso hizo que la cadena alimentaria se debilitara, afectando a los dinosaurios herbívoros, de los que a su vez se alimentaban otras especies de dinosaurios carnívoros.
Estas condiciones crearon una «tormenta perfecta» en la que los dinosaurios, en el momento del impacto del asteroide (hace 66 millones de años), ya estaban muy debilitados como especie. El asteroide, que dejó un cráter (hoy llamado Chicxulub) de 180 kilómetros de diámetro, fue el desencadenante final de la extinción, no la causa principal: creó tsunamis, terremotos, grandes incendios, cambios bruscos de temperatura y otros fenómenos que desembocaron finalmente en su extinción.
«Los dinosaurios fueron víctimas de una mala suerte colosal. No solo sufrieron el impacto de un asteroide gigante, también ocurrió en el peor momento posible, cuando sus ecosistemas eran vulnerables», dice Steve Brusatte, uno de los responsables del estudio. Para llegar a estas conclusiones, los investigadores estudiaron registros fósiles actualizados con nuevas técnicas de análisis. Las conclusiones se publican ahora en la revista científica Biological Reviews. Las investigaciones con fósiles de dinosaurios que se están realizando en España, China y otros países ayudarán a refutar o no sus teorías.
Fuente: https://es.gizmodo.com