Por Miguel Cruz Tejada (El Nuevo Diario)
El cantante dominicano Rafely Rosario, fue encontrado deambulando sin rumbo, sin documentos ni la cartera, confirmaron su madre Josefina Ángeles (nativa de Moca) y su hermana Sofía Rosario a un canal local de televisión.
El artista, cuya desaparición conmocionó por dos días el ambiente artístico de la República Dominicana y la diáspora criolla en Estados Unidos, fue rescatado e internado en el Centro Médico Regional del Condado Bergen.
La madre y hermana, no especificaron el problema de salud, pero la semana pasada se divulgaron versiones encontradas en las que una decía que estaba «deshidratado» y la otra que sufre de «presión alta».
Ninguna de las dos especies, ha podido ser confirmada con portavoces del nosocomio, que alegaron que la ley norteamericana, protege la confidencialidad de los pacientes en los hospitales de Estados Unidos y que deben ser estos, o segundos autorizados por ellos, quienes tienen que hablar sobre sus afecciones.
Los departamentos de policía de las ciudades de Dover y Leonia, en las fronteras del poblado de Saddle Brook, donde Rafely fue ubicado, se negaron también a dar informaciones sobre las circunstancias en que fue encontrado y el contratiempo físico que pudo haber tenido.
La señora Angeles, sin poder controlar el llanto, dijo que estaba orándole a Dios por la reaparición de su hijo.
Pero después de casi 30 horas, Rafely, fue hallado por las calles de Saddle Brook, cercano a la localidad de Lodi, donde el artista, había llegado a visitar familiares.
Encontrado por la policía, fue transportado al referido hospital.
«El está bien y nos dijo que salió a caminar, pero de un momento a otro, ya estaba en otro pueblo», explicó Sofía.
Rafely, comunicó a sus familiares en el hospital que no se pudo comunicar porque se le descargó la batería de su celular.
«El tiene la presión un poquito alta», señaló otro familiar del cantante.
Sofía explicó que Rafely salió sin la cartera, por lo que tampoco llevaba dinero consigo.
Al conocerse la noticia de su reaparición con vida, la angustia de la familia se convirtió en algarabía.
«A mi hijo lo hallaron vivo, lo voy a abrazar», exclamaba la madre.
«Hay padre celestial, tú si eres grande. Dios mío…», decía otro de los parientes.
Rafely, estuvo bajo observación en el centro médico del condado de Bergen y se esperaba que fuera dado de alta después de una evaluación médica.
